Pucesa: Universidad que fomenta la formación humana
La Universidad Católica sede Ambato (Pucesa) cambia de timón a partir de enero del 2024. El padre Juan Carlos Acosta asume las funciones en calidad de prorrector. Los estatutos y normativas internas del centro de educación superior determinaron el reemplazo de las autoridades. Los retos están planteados. El hombre que irradia el amor a Dios, a la Iglesia y sacerdocio comparte sus sentimientos tras aceptar la nueva responsabilidad en el campo educativo.
¿Qué significa asumir las funciones de prorrector de la Pucesa?
Asumo el reto desde la pasión personal, luego del amor a la Iglesia, a Dios, sacerdocio está la educación, muchos años he dedicado a este campo y con mucho agrado desde la sencillez y humildad aceptamos el compromiso para empujar una institución que la quiero mucho, porque es parte de mi vida.
Siempre existen retos. La educación en todo nivel se ha vuelto complicada. La educación superior no está exenta de las dificultades del mundo, me refiero a la inmediatez, poca dedicación, falta de profundidad existencial. Se viven tiempos complejos. La Universidad Católica es parte de la esencia en la formación de la juventud y tiene el compromiso de aportar a la sociedad a través de profesionales no solo capacitados en la ciencia sino en la parte humana. Las carreras tienen una particularidad cuentan con la materia denominada misional que tiene talante ético profesional.
¿Los retos están planteados bajo su administración?
Muchos son los sueños y expectativas; sin embargo, dentro del realismo pragmático se procurará enfatizar en la consolidación de la identidad católica de la PUCE, desde la óptica ignaciana del servicio; impulsar la consecución de objetivos estratégicos en el enfoque de la acreditación institucional; repotenciar carreras y programas desde la visión del nuevo modelo de persona; favorecer la investigación científica de calidad y la actitud investigativa en docentes y estudiantes en orden a las necesidades comunitarias.
Las tareas también están orientadas a fortalecer los espacios de cogobierno institucional; generar posibilidades de internacionalización en todos los niveles y convenios de cooperación; ampliar la oferta académica de pregrado, posgrado, educación continua y cursos abiertos.
Los compromisos se complementarán con la presencia en el concierto local mediante vinculación, deporte, cultura, responsabilidad social, formación política; y, sostener la reputación de la universidad como entidad de calidad, donde sus profesionales graduados son aquilatados en el mercado laboral.
¿Está conformado el cuerpo directivo y personal de apoyo?
Hemos ido renovando progresivamente, sobre todo, los ejes departamentales financiero, administrativo, estudiantil, académico y directores de unidades académicas. Siento que en el proceso de transición hay despertar esperanza, sueños y anhelos, sobre todo, contamos con gente que quiere mucho a la universidad. Hemos buscado perfiles que tengan ese talante que van a contribuir y construir el proyecto educativo.
¿A las acciones inmediatas se suman otros sueños y objetivos?
Tengo un sueño que tal vez no sea próximo, pero se podría poner las primeras piedras. Habrá la oportunidad de reunirnos con las autoridades de las distintas universidades que tiene la ciudad, pero tengo el anhelo que Ambato sea la ciudad universitaria. Tenemos cuatro universidades fuertes con zona de influencia que supera la zona tres y cada vez encontramos estudiantes que vienen de otras latitudes a estudiar por varias razones, entre ellas la ubicación geográfica, nivel educativo, solvencia en sus procesos. Ambato tiene las potencialidades para convertirse en la ciudad universitaria.
¿Cuál es el mensaje a la comunidad universitaria?
Les abrazo a todos no solo en el sentido de la paternidad espiritual sino desde la cercanía, afecto, cariño y saber que somos una familia y en una familia podemos tener miradas distintas, percepciones diferentes, pero eso más bien permite crecer a toda la comunidad e invito para que nos sumemos a los sueños y esperanzas, a seguir trajinando en el camino ya hecho y mirar con la esperanza puesta en Dios en mejores días para nuestra universidad no solo en el desarrollo de las funciones individuales sino también en el ambiente laboral que se sientan a gusto y orgullosos de ser parte de la institución. (I)