Reloj, una atracción de La Liria
El reloj fue donado por la empresa privada Fairis en 1999. (Foto El Heraldo)
Niños y adultos son atraídos por los vistosos colores de la torre de reloj de vidrio que acompaña el diseño arquitectónico de La Liria.
Cruzando el puente, desde el Jardín Botánico hasta la Liria se alcanza a ver el reloj y sus colores. Esta escultura se diseñó por parte de la empresa privada que donó esta estructura. Está construida de hierro y vidrio templado-laminado de alta seguridad. La secuencia de los colores en el vidrio corresponde a los del arcoíris.
El mecanismo del reloj es electro mecánico totalmente automático, combina un conjunto de elementos de gran precisión con dos motores eléctricos.
Las pesas ejercen fuerza necesaria para poner en funcionamiento el mecanismo. Las poleas permiten que el movimiento lineal de las pesas se transforme en circular, dando lugar a la rotación de los engranajes.
Los motores suben las pesas automáticamente cuando estas han llegado a su punto más bajo, retornando al reloj la cuerda necesaria para su funcionamiento. El péndulo conjuntamente con el escape marca el ritmo de giro de los engranajes y permiten la precisión y regulación del reloj.
La caja de distribución transmite este movimiento circular independientemente a los cuadrantes ubicados en cada esfera del reloj, donde los engranajes desmultiplican y distribuyen el movimiento al minutero y al horero. (I)
