Alimentos naturales son mejores para consumo

La industria alimenticia emplea cada vez con más frecuencia el uso de los transgénicos; es decir, los alimentos son modificados genéticamente por células o genes de otra especie que son colocados desde el inicio de su creación para alterar sus características. La idea original fue mejorar el producto, pero la realidad es que se obtiene la comida que termina por resquebrajar la salud de los consumidores.

Quienes emplean los transgénicos buscan fortalecer las características ‘organolépticas’ de los productos, como por ejemplo, el aroma, sabor, aspecto y textura, pero se perjudica en sí la naturaleza del alimento, ya que desde la semilla está modificada genéticamente, explicó Susana López, ingeniera en alimentos y coordinadora de la Carrera de Agroindustria y Procesamiento de Alimentos del Instituto Tecnológico Superior ‘Luis A. Martínez’ Agronómico.

Los productos procesados tienen en su mayoría transgénicos para alargar el tiempo de vida útil. Si el consumidor observa que por ejemplo, la leche, sigue sin dañarse por meses es que contiene muchos químicos que la preservan, pero con el tiempo generarán reacciones adversas en las personas que la ingieran; mientras que, la leche recién ordeñada, hervida y refrigerada puede permanecer como tiempo máximo de consumo una semana. Se recomienda a las personas tratar de evitar alimentos procesados y enfundados; consumir lo más natural posible, añadió la ingeniera en alimentos.

“Tengo conocimiento que los transgénicos están en alimentos como los embutidos y son perjudiciales para la salud; sin embargo, consumo diariamente salchichas con papas fritas, porque durante el receso en el estudio apenas dispongo de 10 minutos para comer algo y lo hago fuera del plantel educativo, por ser un alimento rápido para comer y más económico”, señaló Verónica Llerena.

“Conozco que las mortadelas y salchichas son las de mayor demanda que contienen transgénicos. La ingesta constante puede provocar cáncer al estómago. En lo personal ingiero este producto dos veces a la semana y es en pocas cantidades”, indicó Tamara Silva.

“Consumo en pocas ocasiones los embutidos que contienen transgénicos. Apenas una vez a la semana ingiero papas fritas con salchichas. Llevo seis meses y medio de gestación de mi primer hijo, pero aún no he dialogado con el médico, respecto a este tema y considero que tal vez podría afectar al bebé en malformación”, indicó Evelyn Ramos. (I)