10 de Agosto, marca la historia del país
El 10 de agosto de 1809, Quito vivió una jornada histórica que marcó el inicio del camino hacia la independencia de Ecuador. La ciudad, estaba en un momento de agitación. El descontento con el dominio español había crecido y se había consolidado en las sombras de la opresión.
La noche anterior, el ambiente estaba cargado de tensión. Los patriotas quiteños, inspirados por los recientes acontecimientos en otras partes de América Latina y la promesa de un futuro libre, se preparaban para un acto decisivo. Los conspiradores habían organizado un plan audaz: tomar el control de las principales instituciones gubernamentales de la ciudad.
A la mañana del 10 de agosto, las primeras luces del día revelaron una Quito transformada. Las campanas de la catedral fueron señal para los patriotas y en la Plaza Mayor, un grupo de valientes se dirigió hacia la Audiencia y el Ayuntamiento para tomar control de los edificios clave y proclamaron la independencia.
En el corazón de esta revuelta estaba la Primera Junta de Gobierno, una entidad que representaba la aspiración del pueblo quiteño hacia una autonomía plena. Los líderes de la junta, con fervor y determinación, hicieron una declaración pública que resonó con la promesa de libertad y justicia.
Sin embargo, la reacción de las autoridades coloniales se convirtió en una represión fue brutal. E pesar de la represión, la acción de aquel 10 de agosto se convirtió en un símbolo de la determinación de Quito.
Aunque la independencia no se consolidó de inmediato y el camino hacia la libertad sería largo y tortuoso, ese día marcó el primer grito valiente en la lucha por la liberación de Ecuador del yugo colonial. (I)