15 dólares separan a un venezolano del sueño peruano
Quito, (EFE).- Cientos de emigrantes venezolanos que se hallaban a la intemperie fueron trasladados a refugios temporales en Quito hasta que logren reunir los 15 dólares necesarios para seguir su viaje a Perú, una opción que persiguen el 80 por ciento de ellos.
La estancia en los albergues habilitados por la Municipalidad de la Capital ecuatoriana es de un máximo cinco días, una medida decidida en el marco del estado de emergencia humanitaria decretado en la urbe después de que cientos de emigrantes llevaran semanas en campamentos improvisados o amparados por lugareños en la ciudad.
El Gobierno de Ecuador decretó la semana pasada la emergencia en las provincias de Carchi, El Oro y Pichincha, por la afluencia masiva de venezolanos y las largas esperas en áreas fronterizas.
«Vino la Cruz Roja nos montaron en una camioneta y dijeron que vayamos al refugio, que vamos a estar más cómodos», relató hoy a Efe Pedro López, venezolano de 33 años que llegó a Quito desde Cojebes.
El viaje duró 22 días y lo ha hecho junto a su hija de 8 años y un niño de un año y ocho meses, con el objetivo de reunirse con su mujer que ya se encuentra en Perú y ha encontrado trabajo.
López y sus hijos fueron trasladados el sábado al Centro Temporal de Tránsito de «la Y», en el norte de Quito, uno de los seis que ha dispuesto el Municipio de la capital para prestar ayuda humanitaria de primera necesidad de grupos familiares y personas en situación de vulnerabilidad como menores, discapacitados, embarazadas o mayores.
Cómo él, son numerosas las familias venezolanas que comparten un espacio de menos de 100 metros cuadrados en un inmueble perteneciente al Cuerpo de Bomberos en norte de la ciudad.
«Estamos cómodos», reconoce el emigrante mientras cubre a sus hijos con una manta, aunque lamenta no recibir «la ayuda necesaria».
Agotados por el viaje, los niños del centro duermen, mientras los adultos buscan una solución conjunta para poder alcanzar Perú, a 605 kilómetros, un viaje que cuesta 15 dólares, pero los recursos de la mayoría de ellos se han agotado. (I)