2023: Acogerlo con Serenidad / EDISON NARVAEZ Z.

Columnistas, Opinión

Ecuador, cierra el 2022 con un crecimiento económico de 2,7% y para el 2023 este rubro llegará al 3,1%, según las proyecciones que maneja el Banco Central del Ecuador. Evidentemente, se han hecho ajustes que son obvios, pero es evidente que el trabajo del actual gobierno es persistente en la ansiada estabilidad y en la recuperación de las reservas internacionales; positivo ciertamente, pero aún se espera que esto redunde en aspectos importantes como la generación de empleo.

Se esperaría que en el nuevo año se potencien factores importantes para generar un mayor crecimiento como la evolución del crédito, el precio del petróleo, atracción de inversiones y la implementación de políticas que permitan superar las secuelas de la pandemia y la inseguridad.

No obstante, más allá de las consideraciones macroeconómicas del país, es menester que acojamos este nuevo año con serenidad. Infaliblemente, vivimos en un mundo en donde el inmediatismo, la multitarea y la sobrecomunicación nos roban espacio para la reflexión, lo cual evidentemente agrava la presión sobre nosotros mismos. Ciertamente,  que con solo dar un click tenemos todo en tiempo real, y eso nos lleva a no soportar la espera.

Responder ante cualquier evento sin dejarse arrebatar por sentimientos o emociones perturbadoras se ha convertido en una labor ciertamente difícil en  una era de ansiedad en la cual nos ha tocado vivir.

Y es que esta sociedad presiona para que seamos seres capaces de hacer muchas cosas al mismo tiempo, lo cual ha dificultado encontrar personas serenas que logren pensar antes de decidir; cada vez vamos perdiendo más el control de nuestro pensamiento.

En éste 2023 es preciso mejorar nuestro pensamiento, convertirlo en positivo y optimista, comprensivo y tolerante. Ciertamente el pensamiento es el recurso máximo del ser humano, por tanto es necesario considerar que el hombre cambia a partir del pensamiento, en tal virtud debemos entender que nuestros semejantes también son el resultado de su pensamiento; entonces cuando desarrollamos este entendimiento vemos con mayor claridad como las relaciones y la vida misma suceden por acción de la relación causa – efecto, y cuando esto sucede la vida cambia, la preocupación, la agitación, el enfado ceden y permanece un equilibrio y una serenidad en el pensamiento. En este sentido el hombre aprende a gobernarse y se adapta a sus semejantes.

Cuanta gente conocemos que envenena sus vidas, arruina todo lo que es dulce y bello con un temperamento explosivo, destruyen el equilibrio de su carácter, todo por falta de dominio de sí mismos. Es preciso mantener nuestra mano firme sobre el timón de nuestros pensamientos.

La conclusión es clara, en este nuevo año cuida tus pensamientos; que tu diálogo interno sea positivo, evitemos los pensamientos negativos como: “Yo no puedo”, “Yo no sirvo”, “Yo no soy capaz”, “Yo no merezco”; porque este tipo de diálogo condiciona nuestro mundo y nos genera una realidad limitante …. Acojamos al 2023 con serenidad. La Macroeconomía va a mejorar.

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