Editorial: Maduro, déspota implacable

La Patria del Libertador Bolívar, otrora libre, democrática y progresista, con un brillante porvenir para su noble pueblo, ha sido mancillada en forma brutal y atropellada en su dignidad por parte de un desconocido, ignorante y grosero personaje que accedió al poder mediante el más grande fraude electoral.

Venezuela, una nación con multimillonarias reservas petroleras, se encuentra al borde de la quiebra, el gobierno socialista no dispone de dinero para importar alimentos para proveerlos a su población hambrienta. Los dos gobiernos de la robolución bolivariana -Chávez y Maduro, ni siquiera tuvieron la capacidad para administrar la más emblemática y rentable empresa petrolera que recibieron en pleno funcionamiento.
El dictador Maduro se sostiene en el poder sobre la base de la corrupción descarada, repartiendo prebendas a todo aquel entorno civil, militar, policial y judicial que tiene influencia.

Este gobernante ignorantón es un verdadero genocida que mata a su pueblo por nada, acusando a la gente buena y patriota de terroristas o contra revolucionarios. El socialismo, desechado en el mundo, en manos de un sicópata, , es un atentado a la inteligencia y a la sensatez.
Gobiernos democráticos han tomado medidas drásticas contra los conculcadores de los derechos humanos y de la libertad, con la prohibición de que ingresen a sus países y la congelación de las fortunas mal habidas. Ecuador se niega a unir acciones en la OEA para aplicar la carta de conducta que servirá para presionar a la dictadura de Maduro y su camarilla. Increíble que el gobierno ecuatoriano mantenga esta posición. (O)