Ecuador fue el primer país en ejercer votaciones separadas
(NL).Ecuador fue el primer país latinoamericano en consagrar el sufragio femenino en 1929 y el único de la región en que las mujeres aún lo ejercen en filas y mesas separadas de los hombres, una costumbre muy arraigada en el acervo electoral.
«Somos el único país de América que tiene dos filas separadas por hombre y mujer», asegura a Efe la primera mujer que encabeza desde noviembre el Consejo Nacional Electoral (CNE, Nubia Villacís, quien defiende que se debería cambiar el actual formato.
Los ecuatorianos en el país, así como los que se encuentran en el exterior, depositan su papeleta en cada proceso electoral en urnas colocadas en mesas de composición exclusivamente femenina o masculina y filas separadas para hombres y mujeres.
Así lo harán el próximo domingo, 4 de febrero, cuando están llamados a manifestarse sobre una consulta y referéndum popular que incluye siete preguntas de diversa índole, como corrupción, reelección indefinida, delitos sexuales a menores, o medioambiente.
Se trata de un hecho tan habitual, que pocos son los que se plantean su modificación y muchos lo que se sorprenden cuando son interpelados acerca de su origen o sospechan que en otros lugares del mundo se vota de igual manera.
Villacís afirma que se intentó cambiar la medida en «el proceso anterior», cuando en 2017 se celebraron dos vueltas electorales para elegir presidente y vicepresidente, pero cuando se planteó, «saltaron las organizaciones (de mujeres), incluso internacionales, porque consideraron hasta un logro el hecho de que existan filas divididas».
Entre las razones de esta separación, apunta que probablemente se decidiera para «darle un poco más de comodidad a la mujer» y evitar que se encontrara «hecha un sandwich» entre dos hombres, impedir actos de galantería tales como que dejen pasar a las mujeres y que el voto masculino se viera retrasado, o por pura «tradición».
La alta responsable electoral recuerda que en su momento, este hecho fue visto incluso como un logro por los grupos feministas porque facilitaba y alentaba el voto femenino.(I).