LA CONSULTA Popular / Editorial
La consulta popular, que se cumple hoy domingo, convocada por el Presidente de la República, fundamentada en disposiciones constitucionales, ha provocado, en el pueblo ecuatoriano, enorme expectativa de que lleguen al país vientos no contaminados de lo mismo de la última década, sino pletóricos de esperanza y de promesas de mejores días para toda la población.
La situación del país, en la actualidad, requiere de acciones políticas francas y decisivas para superarla. Estamos conscientes de que la crisis moral, social económica y política, no se la puede superar de un momento a otro, es indispensable que diversas fuerzas morales, sociales y políticas deben amalgamarse en torno a un solo ideal, salvar a los ecuatorianos de una administración ideologizada en el fracasado socialismo.
La consulta, se espera, alcance altos niveles de votación positiva, como rechazo a la administración nefasta de la última década, y sirva para dejar de lado los postulados de la revolución ciudadana que todavía se escucha de voceros oficiales. No se puede perder de vista que el triunfo del actual Presidente fue con una diferencia mínima.
Los ecuatorianos opuestos al gobierno socialista apoyan la consulta. Los ciegos seguidores del ex Presidente la rechazan. El panorama político está claro, el Presidente Moreno debe evaluar esta realidad, con objetividad, sin prejuicios ideológicos y pensando, únicamente, en el bien común de toda la población.
Ha llegado la hora de actuar con patriotismo, sin segundas intenciones, con un gabinete integrado por los mejores hombres y mujeres del país, lejos de la influencia de doctrinas exóticas.