Los negocios trabajan a consignación
La nueva forma para hacer negocios es proveerse de los artículos, venderlos al cliente y pagar a los proveedores. Los locales se adornan para llamar la atención. Trabajar a consignación reduce el endeudamiento para adquisición de mercadería. Ese mecanismo emplean algunos emprendedores en Ambato.
Las velas decorativas y aromatizadas de Cuenca se comercializan a consignación en el local ‘Lavel’ de María José Benítez. El negocio se mantiene, porque los proveedores son familiares que le brindan el valor agregado al producto para que sea llamativo a los clientes; es decir, se conjuga la calidad, variedad y precio.
Adicionalmente se busca como estrategia la promoción de las velas en las ferias de la provincia dando a conocer que son ideales para decorar ambientes, renovar energías o entregarlas como obsequio a las personas especiales, señaló la joven dueña.
Variedad de rosas, peluches, tarjetas, globos y sorpresas ofrece el local de ‘Amarilis’ cuyos proveedores confían en la seriedad de Guido Casa y Manuela Casa para que al cabo de 30 días se les pague por los productos. Ese acuerdo se ha mantenido inquebrantable por 15 años y por eso este negocio crece.
Según el analista económico Jhon Tello, esta forma de trabajo para la ciudad y provincia ayuda para beneficiarse tanto los proveedores como vendedores; sin embargo, se corre el riesgo que algunos productos no se vendan o se deterioren y deban ser retornados a los proveedores o que sencillamente algunos comerciantes prefieran quedarse con la mercadería y en esos casos, deben asegurarse las partes antes de hacer negocios.
En esta temporada en que coincidió la Fiesta de la Fruta y de las Flores con la proximidad del Día del Amor y la Amistad la expectativa de venta de los negocios es alta y se espera que se dinamice la economía, especialmente los días centrales de la vernácula celebración.
“Tengo un compromiso para el 24 de febrero y busco el terno acorde a mi gusto. Estoy contento que los almacenes sean llamativos con adornos y ofertas. Me decidí por la ropa ya confeccionada, porque sólo por la mano de obra me pidieron 100 dólares y claro, sale de mi presupuesto de jubilado”, indicó José Gavilánez López. (I)