4.000 Hectáreas de papa… / Editorial
La provincia de Tungurahua, dentro de su reducida superficie provincial, ha destinado 4.000 hectáreas para el cultivo de la papa, cuya inversión de capital es alta, conforme con estudios realizados y que está sometida a riesgos también elevados por influencia de la naturaleza. La papa cultivada es de varias clases para que el consumidor tenga opciones de acuerdo a sus gustos.
El agricultor tungurahuense es trabajador, esforzado y arriesgado para enfrentar los duros retos a los que se ve avocado todos los días. En el cultivo de la papa, como en muchos otros, las frecuentes heladas, las plagas, las prolongadas sequías, el exceso de lluvias, constituyen la espada de Damocles que pende sobre las cabezas del arriesgado productor de papas, durante el periodo de germinación de la semilla, el desarrollo de la planta, en engrosamiento del producto hasta la cosecha y la comercialización.
El alto costo de los insumos, los intereses de los préstamos y el cambiante precio en los mercados son otro grave motivo de preocupación permanente; de manera que el cultivador de papa no se libra de esta pesada carga. Más aun, si no ha logrado una utilidad razonable, acorde al trabajo y a la inversión, es frustrante el esfuerzo desplegado.
Hace falta una verdadera política seria y técnicamente planificada de parte del gobierno para sostener la producción de la papa -que es el alimento básico de la población- así como para extraer subproductos para el consumo interno y para eventual exportación. Los paperos necesitan amplio respaldo gubernamental. (O)