Informalidad perjudica a mercados
Molestia predomina en las comerciantes de los centros de abasto de Ambato, porque las ventas informales tratan de adueñarse de las calles. Una prueba fue la Fiesta de la Fruta y de las Flores.
Según Fanny Moreta, quien labora al interior del Mercado Central, la afectación es importante. Los clientes prefieren comprar los alimentos en el exterior del centro de abasto y no ingresar.
“El control es como el juego del gato y el ratón; es decir, no deja resultados, porque no nos beneficia en la realidad en el incremento de las ventas”, aseveró.
Igual posición tiene Sandra Criollo, “en las fiestas de la ciudad muchos compradores adquirieron productos en las calles cercanas al mercado”.
Lo negativo es que la población no piensa en el riesgo que eso conlleva, pues, los alimentos están en las veredas sin ningún tipo de control higiénico, recalcó.
“Aparentemente afuera los precios son más bajos, pero existe trampa, porque los canastos con alimentos no están llenos y las personas al parecer no se percatan”, sostuvo.
Se lamentó que el control no sea más estricto para disminuir la incidencia del comercio informal.
“Nosotras pagamos impuestos, guardias, usamos obligatoriamente uniformes, limpiamos el mercado; mientras, los informales no tienen ninguna responsabilidad y hasta dejan sucia la ciudad”, enfatizó Criollo.
La comerciante formal Betty Mayorga, coincidió que la afectación es grande. Sus ingresos disminuyeron en 50% sin que haya a corto plazo alguna solución.
Pidió a la colectividad hacer sus compras al interior de los mercados, ya que se ofrecen productos de calidad y garantizados. (I)