Desaparecidos: “Es una vida sin vida”
La esperanza mantiene vivo a los familiares de personas desaparecidas en el país. Ayer recorrieron las principales calles de la ciudad para exigir justicia, respuestas y ante todo apoyo de las autoridades.
En lo que va del 2018, en Tungurahua se han registrado 69 denuncias de desapariciones, de este número se han resuelto 65 y cuatro casos están en investigación.
Familiares de Geovanna Pérez que desapareció el cuatro de diciembre del 2010, aseguraron que no descansarán hasta volver a ver a su querida hija. “No me importa lo que ella sea, lo único que pido es verla y hacerle saber que aún la esperamos con los brazos y el corazón abierto”, contó la madre, Yanera Pérez.
Cerca de cuatro mil familias ecuatorianas sufren por la desaparición de alguno de sus seres amados, según Lidia Rueda, dirigente de la Asociación de Familiares Desaparecidos del Ecuador (Asfadec).
Similar angustia viven los familiares de Viviana Patricia Yanza Freire, que desapareció el 17 de septiembre del 2009.
«Mi hija salió de la universidad y desde ese día no sabemos nada de ella. Queremos respuestas», expresó su madre Mónica Freire.
El recorrido se desarrolló con la frase “Vivos desaparecieron y vivos los queremos”. Todos esperan soluciones y agilidad de la justicia. (I)