Día del Agricultor / Editorial

Editorial, Opinión

Uno de los actores importantes en la actividad laboral es el campesino, que se encuentra, en forma íntima y estrecha, ligado a la tierra, a la que ha dedicado su esfuerzo y sus conocimientos para hacerla producir en beneficio de sus semejantes ubicados en todos los lugares del planeta, sin discriminaciones ni egoísmo alguno, antes al contrario con toda generosidad.

Lamentablemente, aquel que labra la tierra con tenacidad e insistencia, en nuestro ambiente local y nacional, no es considerado con respeto por parte de los citadinos. Y qué decir de las autoridades que no le ofrecen las facilidades y comodidades para que pueda comercializar su producción alimenticia con libertad y en ambiente de paz.

Y la legislación, en el tiempo, ha sido discriminatoria para el campesino. Gravámenes por todo lado, impuestos en condiciones injustas, condiciones de vida incompatibles con su calidad humana, ausencia de servicios básicos, costos de producción elevados que impiden obtener renta proporcionada al esfuerzo personal y, en muchos, casos hasta familiar.

En nuestro medio se ha instaurado el Día del Campesino en la Fiesta de San Isidro Labrador, 15 de mayo, que se venera en la parroquia Picaigua; en esta oportunidad se organiza actos religiosos, sociales y deportivos, En este año ha colaborado la Directora Provincial del MIES, relievando el valor del campesino.
Unimos nuestro respaldo al campesino local reconocido y merecidamente homenajeado por los directivos gremiales. (O)

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