Moreno cumple un año de Gobierno
Quito, (EFE).- El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, cumple este jueves su primer año de gestión, en el que ha tratado de desmarcarse de su antecesor, Rafael Correa, buscando el mayor consenso social posible, así como estabilidad política y económica.
Con una aprobación inferior al 40 por ciento de acuerdo a diferentes encuestadoras, Moreno ha tratado en los últimos doce meses de gestionar una Administración que arrastraba una década de correísmo, con el que ha roto para poder ejercer su manera de entender la política y afrontar una abultada deuda económica.
El presidente ecuatoriano llegó al poder el 24 de mayo de 2017 tras imponerse por poco más de 200.000 votos al conservador Guillermo Lasso y, pese a presentar un programa de izquierda, los acontecimientos le han llevado a buscar la concertación y una política más liberal que la de su predecesor.
«Este primer año de Gobierno ha sido de transición política, el año de desmarcarse del expresidente Correa, y lo ha logrado de alguna manera», argumentó a Efe el analista Santiago Basabe.
El politólogo analizó que al poco de llegar al cargo, Moreno tomó conciencia de la grave situación económica del país, aunque reconoce «difícil creer que no supiera nada de eso», y al vincular ese problema con su debilidad política, «se vio obligado a tomar un giro de Gobierno».
El actual Gobierno advierte que el agujero que dejó la anterior Administración se acerca a los 70.000 millones de dólares incluyendo componentes de deuda y pasivos, y no los 27.000 millones que suele mencionar Correa.
Consciente de que no contaba con suficiente predicamento, Moreno marcó su propia tendencia iniciando un diálogo con todos los sectores sociales, en contraposición con el talante más dado a la confrontación política de Correa.
Junto al aperturismo en lo social, el escenario deficitario le obligó a anunciar la puesta en marcha de un plan económico de reajuste presupuestario, que se ha visto acompañado por el nombramiento de tres ministros de Economía en un año, el último proveniente del sector empresarial tras el que se deslindaba definitivamente de ideologías heredadas.
Y la semana pasada Moreno hizo un llamamiento a abandonar el socialismo del pasado e impulsar «un socialismo nuevo, inclusivo, incluyente, en donde el diálogo es la marca registrada de mi gobierno».
La situación de inseguridad en la frontera con Colombia con atentados que dejan cuatro militares muertos y el asesinato de tres miembros de un equipo periodístico que había sido secuestrado por una disidencia de las FARC, también marcaron la agenda política y propiciaron cambios ministeriales. (I)