Espinosa a la ONU / Editorial
Sin duda es significativo que la hasta hoy canciller del Ecuador, María Fernanda Espinosa, haya sido electa presidenta de la Asamblea General de la ONU por el periodo de un año. Antes lo fue el ecuatoriano Leopoldo Benites Vinueza en el año de 1973. Fuera de todos los cuestionamientos a su desempeño personal en tantos cargos del correísmo y del morenismo, siempre es positivo que el país lidere cualquier instancia internacional.
La elección, sin embargo, estuvo envuelta en la polémica desde el principio debido al acuerdo roto con Honduras respecto de la votación para elegir a una de sus ciudadanas y a los propios problemas de la canciller con los temas internos de nuestro país.
La vergonzosa posición de Espinosa respecto de la dictadura en Venezuela durante tantos años la volvió el blanco de la nueva Asamblea Nacional y, justamente en estos días, se tramitó un juicio político que poco de útil tendrá ahora puesto que se sabe que dejará su puesto al frente de la Cancillería.
Sería prudente que ya desde un cargo tan alto con la Asamblea de la ONU las innecesarias defensas ideológicas a dictadores como Maduro u Ortega cesen y, por el contrario, se retome la sensatez y el buen juicio. (O)