Trabajo infantil un problema estructural
La corresponsabilidad social y familiar es la base indispensable para erradicar el trabajo infantil. El problema surge y lleva a los límites de la mendicidad, según encargados del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
Añaden que existe la creencia que el “trabajo educa”, lo que genera que muchos niños abandonen la escuela para aportar económicamente o para quedarse a cargo del hogar.
La viceministra de Inclusión Económica y Social, Rocío Rosero, aseguró que el tema está ligado a un problema estructural de la sociedad ecuatoriana. “Cuando hay ciclos de pobreza en el núcleo familiar, parte de los recursos llegan con el trabajo infantil”, contó.
“Se necesitan patrones socioculturales. Los padres suelen mantener el trabajo infantil como una muestra de responsabilidad, pero eso incorrecto”, expresó Ana Ipiales, psicóloga infantil.
La profesional aclara que son indispensables los diálogos familiares, especialmente con expertos que den información sobre los peligros que existen fuera, sobre todo para los niños.
Paulina O. tiene ocho años y permanece junto a su madre vendiendo frutas en uno de los mercados de la ciudad. Estudia en la jornada vespertina, pero en las mañanas sale a vender mandarinas. “Le ayudo a mi mamá. No vivimos con mi papá”, dijo la menor. Esta sería una de las realidades existentes en sociedad económicamente bajas. (I)
