Reclaman Legalidad / Editorial
Con sorpresa constatamos la actitud de los rezagos de los integrantes de la revolución ciudadana que, en todas las actuaciones del gobierno actual y en las de la Asamblea Nacional, resultan ser los más legalistas, los que defienden a rajatabla la vigencia de las normas constitucionales y legales.
Se requiere mucha audacia para tener una actitud tan contraria a la que mantuvieron en la década perdida. Es fácil recordar que todos estos aliancistas jamás hicieron escuchar sus reclamos ante las ilegalidades, los abusos y atropellos impuestas por el autoritarismo presidencial que respaldaron en forma total e incondicional. En aquellos tiempos tenían restricciones para hablar y opinar, bajo amenaza de ser denostados, vilipendiados y sometidos a la acción de los fiscales sumisos al Poder.
En la última resolución de la Asamblea Nacional que negó el pedido de la Corte Nacional de Justicia sobre el enjuiciamiento del ciudadano Rafael Correa, se pudo apreciar la amargura desbordada por los pocos fanáticos seguidores del autócrata, que no escatimaron ofensas y groserías a los ochenta y tres asambleístas que actuaron con estricta sujeción la expresa norma constitucional.
Prohibido olvidar expresó el ex presidente, pero él y quienes han perdido sus prebendas y canonjías, en tan poco tiempo, han olvidado todo el mal que infringieron a los ecuatorianos. Pretenden aparecer como los defensores de la legalidad. Qué ironía.
Ha llegado la hora, con la libertad que existe para opinar, que los detentadores de los derechos ciudadanos sean juzgados con apego a la Ley y con respeto al debido proceso. (O)