Movimiento MANA expulsa a Rafael Correa de sus filas
Quito, (EFE).- El Movimiento Acuerdo Nacional ecuatoriano (MANA) escenificó hoy la expulsión simbólica de sus filas del expresidente Rafael Correa, y de un grupo de líderes afines a él, para «limpiarlas» de cara a su inscripción como partido.
En una rueda de prensa en la que comparecieron varios dirigentes de este movimiento, aun sin registro legal ante el Consejo Nacional Electoral, el militante esmeraldeño Victor Villacís, dijo que se trata de un «acto simbólico» con vistas a su inscripción.
Y recordó los casos judiciales que están saliendo a la luz contra Correa y sus exasesores, por lo que justificó la decisión de «expulsarlos» en que hoy «estamos construyendo un país diferente, sin odio ni rencor».
MANA, una formación que existe desde hace años, se perfilaba en los últimos meses como refugio del correísmo, dada las dificultades que están encontrando los seguidores del expresidente para constituirse en partido político desde que se separaron de Alianza País, tras romper con el actual mandatario Lenín Moreno.
En la rueda de prensa comparecieron también Vanesa Suárez, representante legal de MANA, y Víctor Hugo Erazo, su fundador.
«Vamos buscando la personalidad jurídica y la expulsión de estos personajes que hicieron mucho daño al Ecuador durante 10 años, que persiguieron, encarcelaron, maltrataron, secuestraron y asesinaron a gente, es un acto simbólico y moral que va más allá de la cuestión jurídica y legal», afirmó este último.
Reconoció que han estado «en conversaciones con grupos de activistas» de la que era la Revolución Ciudadana, el proyecto ideológico con el que Correa llegó al poder en 2007 y gobernó hasta 2017.
«Pero no podemos permitir que Correa que con sus ínfulas de autócrata se quiera adueñar de un movimiento político como se adueñó 10 años de todo el Estado ecuatoriano y de los poderes», matizó al asegurar que la decisión tomada es de «la verdadera directiva y fundadores de MANA».
En declaraciones a Efe, el fundador de MANA destacó que lo que han hecho «no es un acto legal porque el partido no existe, pero si es un acto moral, un acto ético de repudio a los diez años que vivió el Ecuador en dictadura y autocracia». (I)