Nuevos Funcionarios / Mirian Delgado Palma
Con la nueva administración gubernamental, se está renovando el cuadro de funcionarios públicos de alta jerarquía en sitios estratégicos de la estructura estatal. Renovación que responde a una política mal concebida del gobierno que feneció, cuyos dueños del poder le succionaron el último suspiro a la Paria, pisotearon la democracia y ahogaron la esperanza del pueblo; con el festín inmisericorde y desvergonzado del presupuesto del Estado, por quienes se creían dueños y los únicos personajes ilustres del Ecuador.
Es innegable, que la política de nuestro país se reduce, muchas veces, a la captación de cargos, No existe civismo. Los servidores públicos, en cierto sentido acuden a determinar posiciones, sin atenerse a disposiciones y leyes que regulan las actividades de los ciudadanos. Seguramente, aquellos funcionarios de alta jerarquía consideraron normal tales atribuciones, a tal punto que el escándalo vergonzoso de actos reñidos con la moral y la ley; no les importa en lo mínimo, porque aún están alucinados con la sed insaciable de poder, fama y dinero.
Para la renovación de nuevas autoridades, que hoy se encuentra empeñado el actual gobierno, deberá existir delicadeza y lo que es más, un examen subjetivo compatible con la ética, que deje atrás oportunismos y mañoserías políticas, cuando se producen cambios de gobierno, sin atenerse a disposiciones y leyes que regulan las actividades de los ciudadanos.
La verdad y la ley son los pilares fundamentales en que se instituye la Patria y serán puestos al servicio de los sagrados intereses del Estado, considerándolos conjunción practicable para el bienestar de la sociedad, la paz y la libertad; respetando los derechos y garantías de las personas. Es trascendental que paralelamente a las reformas legales que se vienen propiciando, comprometan ajustarse a los elevados principios de justicia, investigación, código de valores, que limpien los errores de la conducta cotidiana, proclive a la descomposición que genera la degradación política y social de la Patria.
Es una aspiración de todos los ecuatorianos que el país se enrumbe por caminos reales. Se espera grandes remedios a través del constante esfuerzo entre gobernantes y gobernados. Será significativo traspasar las barreras que han obstaculizado las aspiraciones de justicia, libertad y dignidad; y, restituir la dignidad del Ecuador, con personas y profesionales probos que actúen con conciencia social, espíritu cívico y humanismo.
El Consejo Nacional de Participación Ciudadana y Control Social-Transitorio, cesó en forma definitiva al Consejo Nacional Electoral (CNE), y entre una de las causales refiere que: “Se ha comprobado que los miembros del CNE permitieron que sus vinculaciones políticas intercedan en la ejecución de sus funciones, pues ejercieron sus funciones sin garantizar los derechos políticos de los ciudadanos…”.
Precisa resaltar que la Función Electoral es la garante de la soberanía popular y ostenta como una de sus responsabilidades actuar con probidad justa y suficiente, fortalecer el sistema político y la democracia, garantizando los derechos cívicos y ciudadanos. Como podemos apreciar este cuerpo colegiado, como la quinta función del Estado y uno de los organismos claves y estratégico, asume funciones decisorias y delicadas para la vida democrática del pueblo ecuatoriano, de manera que es prioritario velar por se cumplan en forma irrestricta las funciones para las cuales fue creado.
La renovación de los cinco miembros titulares, deberá contener estudios exhaustivos del perfil de cada uno de los postulantes, que garanticen que su trayectoria refleje una página impecable en su vida cotidiana, estará revestido a más del patriotismo, de condiciones especiales, a la unidad, la innovación y el bien común. Y sobre todo el respeto irrestricto a las decisiones del soberano. (O)