“Izquierdas y derechas” / Fausto A. Díaz López
Según opinión de connotados estudiosos de la ciencia política y de varios constitucionalistas interesados en dejar en claro las posiciones políticas de grupos antagónicos, que en un afán de diferenciarse de otras pautas y rituales de sus seguidores que suponen que la forma de administrar un Estado debe ser bajo los lineamientos de su credo, apoyado e impulsado muchas veces por profesionales que postulan a ciudadanos para el desempeño de dignidades de elección popular sin que tengan vastos conocimientos requeridos por la alta responsabilidad que exige dicho cumplimiento.
La humanidad ha superado a pausados trancos, las controversias que han incidido en las posturas políticas, que como todos conocemos influyen en lo económico, social y religioso de una comunidad. La lucha ideológica ha sido a veces encarnizada porque el activismo y las masas han defendido lanza en ristre postulados de doctrinas cuyos principios doctrinarios y filosóficos poco entienden; sin embargo, al calor de la demagogia y la propaganda, las prédicas de los jerarcas del partido levantan grandes masas de seguidores, que apoyan preceptos contrarios a su pensamiento y su formación y atacan valores éticos, religiosos y de concepción, cuya visión y convicciones son diferentes a la gobernabilidad que están apoyando.
En este espacio se hace necesario hablar de “la izquierda y la derecha”, cuyos preceptos han influido en la cotidianeidad de casi todos los pueblos del mundo. Para los estudiosos de las tendencias políticas que inquietaron a la globalidad de los pueblos y que ahora están pasando a mejor vida, “las derechas e izquierdas”, impulsaron grandes movimientos populares que varias veces anarquizaron el convivir diario. El concepto de “derechas e izquierdas” aparece en el siglo XVIII “cuando en la Francia revolucionaria, se instaló una asamblea para discutir el veto del Rey y que además tenía la responsabilidad de redactar la legislación fundamental que daría origen al nuevo régimen y definiría el futuro de los franceses”. Al calor de los debates los asambleístas se ubicaron en lugares estratégicos; a la derecha del estrado, “los girondinos” y a la izquierda “los jacobinos”. Los girondinos proponían cambios moderados. Los jacobinos cambios radicales y violentos, con métodos terriblemente sangrientos.
De este hecho se rubricó con la designación de “izquierdas” a aquellos grupos que propugnaban cambios con vocación por vía radical; y de “derechas” a quienes apostaban por la transformación política con moderación. “Con el surgimiento del marxismo y las doctrinas del liberalismo económico manchesteriano, ser de izquierdas o derechas fue un concepto que pasó a tener otra connotación”. “En el siglo XIX y hasta el final de la Guerra Fría en el XX, el estereotipo relacionado con las derechas e izquierdas, fue contaminado por esas decimonónicas programaciones mentales denominadas ideologías”. (Fuente: Fernando Zamora Castellanos abogado constitucionalista). (O)