Recortar gastos educativos / Editorial
En diferentes comercios de la ciudad, ya se siente la afluencia de padres de familia que buscan diferentes ofertas en lo que respecta a conseguir una “barata” lista de útiles para sus vástagos, así como uniformes en la etapa escolar y colegial. A menos de dos semanas para que inicie un nuevo año lectivo, instituciones públicas y privadas, han dado a los padres los requerimientos materiales esenciales dentro de las aulas de estudio.
Pese a que el decimo cuarto sueldo, en ciertos casos, ha alcanzado para la compra de estos insumos, algunos progenitores, les ha tocado endeudarse, porque consideran excesiva y cara dicha lista que la institución educativa demanda para que el alumno pueda estudiar el nuevo periodo educativo.
Si bien es cierto que estos requerimientos son obligatorios en algunos casos, las autoridades de las instituciones educativas deben exigir lo justo y no exagerar con listas que, muchas veces, sobrepasan los más de 50 artículos por estudiante, más aún sin son niños en etapa escolar.
A más de eso, si ya existe una pensión mensual estipulada, el mismo valor debe mantenerse, sin la necesidad de un incremento innecesario que, en determinadas escuelas y colegios, suelen darse por factores internos, algo que en ocasiones no es justificado debidamente a los organismos de control que velan por la educación.
De igual manera, los negocios involucrados en la venta de lápices, cuadernos, pizarras, marcadores, entre otras cosas dentro del ámbito estudiantil, deben ofertar precios adecuados, ajustándose a la economía local y no encarecer costos por lucrar más. Esto hará que el mercado para estudiantes sea beneficioso. (O)