Retórica versus acción / Esteban Torres Cobo
La retórica de Barack Obama fue siempre impecable. Sólida, pausada, bien articulada y trabajada. Sus discursos, para las bitácoras de la historia. Nunca un pensamiento fuera de línea sino todo lo políticamente correcto. Equilibrado y ecuánime ante todas las vicisitudes. Sin duda, un gran orador y un gran representante cosmético de los Estados Unidos de América del siglo XXI.
¿Qué tanto hizo con su mandato, sin embargo? ¿En que quedaron las bellas palabras sin acciones concretas que las acompañen? Por el contrario, Donald Trump, espontáneo, políticamente incorrecto, orador de ideas cortas y zigzagueos morales, tiene buenos números hasta ahora. Mejores que los de su antecesor.
La increíble y reciente paz entre Corea del Norte y Corea del Sur no pudo haber sido posible sin su iniciativa. Sus pares en el puesto más poderoso del mundo no lo lograron y las imágenes que se vieron en la visita del presidente del Sur al del Norte siguen siendo difíciles de creer.
El cerco y las amenazas a la Venezuela de Maduro, tampoco. Durante años Obama toreó el tema pero recién desde la nueva administración hasta se ha llegado a hablar de una intervención militar.
Pero quizás en lo económico es donde se notan las diferencias más importantes. Estados Unidos experimenta su mejor momento desde los años ochenta. El desempleo se encuentra en sus cifras más bajas y las empresas con sus accionistas no dejan de ganar y expandirse globalmente. Otra prueba más que demuestra la potencia de la ejecución frente a la retórica empalagosa. (O)
