Cuidando mis finanzas / John Tello Jara
Con frecuencia hablamos sobre la economía de las empresas y su manejo financiero, sus costos de producción, economías de escala, proveedores, procesos de producción, ventas, cobranzas, pagos a entes estatales, etc. pero dejamos de lado las finanzas de las personas como usted y yo, que tenemos un ingreso económico y procedemos a gastar, creyendo que todo lo que hacemos está bien, sin percatarnos que debemos aprender a cuidar nuestra economía.
En la práctica difícilmente recibimos un curso teórico-práctico de finanzas personales, pero es necesario que al realizar compras de cualquier naturaleza, guardemos con nosotros las facturas para validar la garantía del producto o servicio adquirido o simplemente con el objeto de presentarlo ante los organismos tributarios correspondientes (SRI), para las deducciones.
Leer las letras pequeñas al firmar un contrato, ya que debido a la premura de tiempo nos limitamos a observar sólo lo que nos interesa o lo más llamativo que se identifica con un color diferente, pero que tal si ¡autorizamos! sin darnos cuenta, un descuento adicional al valor que vamos a cancelar y ¡es más! a veces puede llegar el descuento en nuestra tarjeta y debido al grado de confianza que tenemos en la empresa que adquirimos el bien, nunca lo revisamos.
Al solicitar un crédito, debemos pedir la tabla de amortización y “entenderla”, analizar cómo vamos a cancelar el capital, si es decreciente, creciente, fijo y, por supuesto el valor de los intereses y verificar que la tasa de interés pactada, se ajuste con nuestros cálculos
No debemos adquirir productos que debido al desarrollo científico, “pasan de moda” casi de inmediato, esto si es un gasto y de ninguna manera se lo puede considerar una inversión, me pregunto ¿qué gano con una computadora o celular de última ´tecnología? Si ni siquiera conozco como voy a utilizarlo y, al cabo de un par de meses el mercado ofertará unas de mejor calidad.
Destinar al menos un 10% de nuestros ingresos al ahorro, nos permite gozar de cierta tranquilidad al encontrarnos pasando por momentos apremiantes como enfermedades, fallecimientos, educación u otro gasto. (O)