Dosificación de tareas alternativa para aprendizaje
“Laboro todo el día y llego agotada por la noche a revisar los deberes de mi hijo. Por la tarde mi hijo de nueve años asiste a tareas dirigidas y esta alternativa de estudio representa el apoyo importante en su formación”, señaló la madre de familia Pamela López.
Según el ministro de Educación Fander Falconí, no hay relación directa entre carga escolar y mejora del desempeño académico, por lo tanto, se han dosificado las tareas, sin que ello signifique suprimirlas.
En los feriados y fines de semana no debería haber tareas, a menos que sea estrictamente necesarias, como por ejemplo, preparación de examen o una tarea en especial. Las labores escolares deben resolverse en el aula. “Así se está tratando de evitar de mandar el deber por mandarlo”, añadió Fander Falconí.
Existe el acuerdo ministerial para dosificar las tareas. Los tiempos van desde 10 minutos para los niños pequeños hasta dos horas como máximo para que los estudiantes desarrollen sus trabajos, señaló Patricio Ribera Tapia, coordinador de la Zona Tres del Ministerio de Educación.
Se ayuda a niños que presentan ciertas dificultades de aprendizaje y para padres que trabajan a tiempo completo y desean que sus hijos tengan la orientación debida para cumplir los deberes, señaló Jimena Paredes, psicóloga educativa con especialidad en Método Davis para dificultades de aprendizaje, quien regenta el Centro de Apoyo Psicopegagógico ‘Tiempo de Prender’.
El trato es personalizado con evaluación diaria. No se tiene horario de salida, porque el niño aprende a auto regularse; es decir, si existe demora en hacer los deberes no hay problema, pero si el estudiante termina pronto sus actividades recibe incentivos; el resultado es que en un par de semanas los niños se motivan para salir pronto y cumplan con sus obligaciones de forma ágil y eficiente, agregó la psicóloga educativa.
Los niños de cinco a 14 años cumplen con los trabajos a excepción de maquetas. En época de exámenes se les prepara para que pasen con buenas notas. Actualmente están 18 niños, cuyos padres laboran y por eso requieren del apoyo profesional. En enero y febrero es usual que se incrementen al promedio de 30 niños, porque los progenitores evidencian bajas notas. En el proceso se ha detectado que los alumnos presentan dislexia y dificultades en atención. En el 2017 estuvieron 13 niños en tareas dirigidas y a mitad del año lectivo se incrementaron a 28 niños, manifestó Jimena Paredes.
Por su parte, el Centro Ecuatoriano Norteamericano de Inglés (CENA) se dedica a las tareas dirigidas para niños de primero a séptimo de básica. Brinda cursos de inglés por niveles para los niños y jóvenes que desean la suficiencia en este idioma; así como, cursos de nivelación y preuniversitarios, explicó el director Hernán Lozano.
Los niños desde los cinco años de edad están en el programa de tareas dirigidas para hacer deberes, trabajos, consultas, preparación para pruebas y exámenes. Acuden 80 niños procedentes de establecimientos privados (70%) y públicos (30%). En el 2017 sumaron 75 alumnos. Los padres trabajan y no disponen de tiempo para atender los requerimientos del pénsum de estudios que cada vez es más moderno y con nuevos conocimientos. Los profesionales del Centro han determinado que el alumnado presenta mayor dificultad de aprendizaje en las asignaturas de Inglés y Matemática, añadió Hernán Lozano. (I)