Guaguas de pan y su gastronomía cultural
Las tradicionales guaguas de pan forman parte de la cultura gastronómica del país, se preparan en conmemoración a los fieles difuntos, pero su origen no está claro. La aparición es incierta. El historiador y director de la Casa de Montalvo, Carlos Miranda, destacó que el origen de este y otros platos populares (fanesca-shampoo) responden a la mezcla de lo indígena e iberoamericano en el siglo XVII.
“Producto de eso existen esos platos tan tradicionales de la gastronomía. Respecto a las guaguas de pan, hay dos cosas que me hacen reflexionar. En primer lugar, Jorge Juan Antonio de Ulloa en su texto Historia Secreta de América indica que encontraron el mejor pan… de la audiencia quiteña en Ambato. El obispo Calama fue uno de los más interesantes y promovió un concurso entre los panificadores ambateños para determinar cuál era acreedor al reconocimiento por ser el mejor panadero”, sumó Miranda.
“Otra parte es en las zonas indígenas, justo aprovechando de esta celebración de finados se elabora el pan como es el caso de la comunidad Salasaca. Ellos hacen pan especial solamente con harina y agua; es un pan duro, pero muy rico entonces todos eso me lleva a suponer que nació la costumbre de repetir anualmente”, expresó Miranda.
Según datos, los pueblos indígenas elaboraban para ponerlas la noche del uno de noviembre. Las almas llegaban a comer a la media noche del dos. En texto del historiador Julio Pazos, se señala que las guaguas de pan aparecen en los mercados con personajes y animales, que simbolizan importancia en el mundo indígena.
Delia Núñez (77) durante 52 años ha elaborado guaguas de pan, llamingos y más figuras para estas festividades. La mujer atiende en el Mercado Modelo. Expresó que varios de sus clientes llevan las figuras para recordar a sus familiares que han partido de este mundo.
La Panadería Ibarra, ubicada en las calles Mariano Egüez y Primera Imprenta, es una de las más antiguas en Ambato. Su propietaria Aurora Ibarra Hidalgo desde 1956 (la panificación fue creada por su padre en 1928), explicó que nunca se interesó en conocer el significado de ésta, pero que la elaboración tiene trato diferente. “Solo tengo la guagua tradicional con ojitos, bracitos, sin pintura. El horno de leña le da el sabor especial”, señaló. (I)