Batalla por el futuro / Esteban Torres Cobo
Desconozco si para el observador común el mundo cambiaba tan rápido como cambia hoy. Me explico: ¿podría decir alguien con mediana curiosidad intelectual y social si el mundo cambiaba tan rápido en la década de los cuarenta o de los cincuenta? ¿Llegaban cada día tantas noticias sobre el futuro y la innovación, los cambios y las oportunidades o amenazas que nos esperan?
¿Vivimos en efecto cambios tan drásticos actualmente o solo tenemos acceso a más información que la que tuvieron nuestros abuelos en su día a día? Parecería ser que, desde una esfera objetiva, el mundo sí se mueve más rápido y los cambios son más disruptivos.
Presenciamos una batalla por el futuro en todos los ámbitos. Una batalla sin compasión, generalmente bajo el modelo de suma-cero donde unos ganan y otros pierden completamente. Positiva, sin duda, porque evoluciona nuestra existencia, pero dura e inmisericorde.
Batallan las ciudades, donde viven ya casi ocho de cada diez habitantes. Se ven obligadas a proveer ya no solo servicios básicos sino calidad de vida, estética, oportunidades de emprendimiento y seguridad integral. Batallan los países, volcados a atraer capitales extranjeros, talento y a expandir su influencia. Batallan las compañías -cada vez más grandes que ciertos países y ciudades- y compiten por copar y transformar todo lo que pueden: movilidad, ventas, publicidad, información, sanidad.
Las ideas también tienen sus propios enfrentamientos, prolongados desde hace tiempo pero con matices cambiantes y modernos. (O)