Tres temas / Hernán Castillo C.

 

Ni Bolsonaro ni la extrema derecha brasileña tenían, por si solos, la suficiente fuerza electoral para alcanzar la presidencia, pero Bolsonaro será presidente. El hecho se da porque allí –en la presidencia- lo pusieron los desatinos y falsedades de la izquierda brasileña representada por Lula da Silva, por Russef y sus administraciones corruptas; ellos empujaron al electorado –ya harto de promesas huecas y abundante corruptela- a buscar alternativas con su voto y así Bolsonaro, líder de una minoría, llega a la presidencia y de manera incuestionable. Ya corre, en Brasil y el continente, el síndrome Bolsonaro, contenido en el temor a lo que pueda venir de manos de un extremista. Habrá que imputar de ello y lo que venga a la irresponsable y mentirosa gestión de los gobiernos del socialismo siglo veintiuno por su desastroso papel histórico.

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Resulta que los famosos grilletes –ahora se sabe- no emitían sus señales en tiempo real… entonces ¿para qué servían?… Bueno, pero cuando se los colocaron a Cléver Jiménez y a Fernando Villavicencio funcionaron a la perfección… para atender puntualmente a la obsesiva persecución. Queda claro que los dispositivos electrónicos funcionan mal o bien según quien los lleve. Obvio que cuando lo llevaba –si es que lo llevaba- el pillastre que hace dos semanas escapó, el grillete no cumplió a cabalidad, aunque cuando emitió alarmas no hubo quién le preste atención…

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Parece que al fin, Ecuador dará los pasos necesarios para incorporarse a la Alianza del Pacífico, conformada hasta hoy por México, Colombia, Perú y Chile. El presidente chileno Piñera invitó hace meses al presidente Moreno a incorporar a Ecuador a ese organismo y el presidente Vizcarra de Perú, en su reciente visita a Quito, reiteró esa invitación. El paso que deberá dar Ecuador es irrenunciable con su futuro y en rectificación a la negativa del gobierno de Correa a ser parte de esa alianza multinacional sólo por conceptos del prejuicio “socialista”. (O)