Oralidad requiere firmeza en ejecución de sentencias
El Código Orgánico General de Procesos (Cogep) obligó a los abogados, jueces y fiscales aplicar el sistema de la oralidad procesal en materia no penal para agilitar procesos; sin embargo, el presidente de la Corte Provincial de Justicia de Tungurahua, Paúl Ocaña, indicó que sí funciona, pero la carga procesal de causas ingresadas va en aumento.
Uno de los problemas presentados dentro de la oralidad es la falta de ejecución posterior a la sentencia. Aquí las personas que deben pagar o cumplir con alguna disposición no lo hacen.
Con la oralidad se ha llegado a tratar causas que tal vez no eran necesarias de seguir un proceso judicial. “Esto es lo que retrasa al sistema. Existen momentos en que el juez y los procesados se dan cuenta en la audiencia que no debían seguirse un juicio”, dijo Paúl Ocaña.
El sistema ayuda con la presencia de las partes y los tiempos, pero cuando hay demasiada carga o causas ingresadas, los casos deben esperar.
Según el abogado Fernando Córdova ésta parte es compleja, ya que las personas que deben cumplir con lo que se dicta en sentencia no tienen tiempo o fecha para hacerlo y es aquí cuando se inicia otro proceso legal.
Cuando existen estas complicaciones no permite que el sistema de la oralidad avance con la conclusión de un caso o proceso.
Paúl Ocaña manifestó que este inconveniente se debería solucionar con una normativa de oralidad que sería una segunda parte posterior a la sentencia, ya que si no se cumple con la disposición del juez se debe entrar a un proceso de remate de bienes que resulta complejo por el tiempo.
Para el abogado Miguel Ramos la oralidad no despuntó, porque las causas siguen estando represadas por conflictos posteriores a una sentencia. (I)