Frente a la tiranía: un solo discurso / Mario Fernando Barona
El Régimen narco dictador de Maduro en Venezuela tiene las horas contadas. Muchos dicen hastiados que ya deje el poder como sea, huyendo si es posible, no importa, pero que termine de largarse de una buena vez; otros señalan que no, que deberían él y todos quienes destruyeron el país pagarlo caro. Así mismo, hay quienes apoyan una intervención militar extranjera para poner fin al desgobierno socialista; otros piensan que ese no debería ser precisamente el camino más adecuado, que la solución debería venir casa adentro. En los últimos días, la mayoría de países del mundo le dieron la espalda a Maduro y saludaron el interinazgo de Guaidó; unos pocos aún siguen apoyando la nefasta Revolución del Siglo XXI. Desde hace muchos años innumerables líderes mundiales han criticado abierta y fuertemente los abusos, violencia y muertes cometidas por el Régimen Chavista y Madurista; pero el papa Francisco prefiere no comprometerse y guardar distancia, alentando con su silencio, más atrocidades.
En fin, son grosso modo, las distintas caras de una misma moneda que dibujan cada una sus propias historias y que con el paso del tiempo han ido alimentando esa cruel realidad venezolana de los últimos veinte años. Como acá en el Ecuador o como en cualquier otro lado, grupos de gente apoyando una u otra tesis. Y esa es, dirán algunos, la riqueza infinita que el mundo nos ofrece de su pluri diversidad y a la vez, la inconmensurable grandeza que tenemos los humanos para pensar y expresarnos en libertad.
Sí, nadie duda de la importancia fundamental de convivir respetando a quienes piensan y actúan diferente en libertad, pero frente a quienes usurpan nuestra dignidad y futuro como pueblo, indefectiblemente debe primar un solo discurso. Jamás y bajo ninguna circunstancia será más importante aplaudir la muerte y callar frente al engaño evidentes de quienes ostentan poder. No. Frente al tirano debe haber una sola voz, frente al dictador un solo puño, frente al desgobierno déspota y hambreador un solo discurso. Todo eso y más han sido Chávez y Maduro y allí no caben ideologías, es sólo sentido común. Esa narco-dictadura socialista está a punto de caer, y todos sin excepción debemos alegrarnos sin titubeos, porque nace una nueva Venezuela y porque se va extinguiendo en la región el cáncer del Socialismo del siglo XXI. (O)