Nueva malla curricular / Washington Montaño Correa
El Ministro de Educación, manifiesta que se debe hacer reformas a la actual malla curricular, con el fin de fortalecer el componente axiológico o de valores. El diseño de malla, responde a la estructura entretejida y fuerte de la organización de problemas, ámbitos conceptuales, contenidos, metodologías, procedimientos y criterios de evaluación que se manejarían en el aula de clase; estos fueron trenzados de forma vertical como horizontal y apuntalados con los ejes transversales, en donde están los valores sociales para darle la fortaleza al proceso de enseñanza y aprendizaje.
En consecuencia, la malla curricular es la estructura que da cuenta de la forma como los maestros abordan el conocimiento desde la preparatoria, básica inferior, media, superior hasta bachillerato. Es un instrumento que permite, de manera comunitaria, integrar las áreas desde diferentes enfoques, propiciando la interrelación de saberes entre áreas; es decir, una buena malla curricular conduce a los maestros a realizar su labor pedagógica articulada e integrada. Por lo tanto, la malla curricular proporciona una visión de conjunto sobre la estructura general de un área.
Dicho de otra manera, el diseño de la malla curricular responde al ideal formativo del ciudadano que requiere y exige la sociedad presente, con proyección a los cambios sociales, avances de la ciencia y tecnología; para lo cual se necesita introducir un paradigma sustentado por las teorías científicas educativas de avanzada, que garantizan el perfil óptimo del egresado y que debe ser construido desde la institucionalidad educativa social, que comprende la familia, la escuela, el colegio, como simiente obligatoria instruccional y educativa; posteriormente, serán las potencialidades de las personas las que busquen el espacio de la universidad.
¿Y qué debe tener una malla curricular para ser un modelo de formación educativa? Primero las áreas básicas del conocimiento y la praxis: Lenguaje, Matemáticas, Estudios Sociales, Ciencias Naturales; adicionales al mundo que vivimos, investigación educativa computarizada, convivencia y armonía social, educación física y deportes e inglés como segunda lengua.
Dios quiera que ahora que están iluminados, revisen la carga horaria y se deshagan de esas horas de fastidio que se vuelve el llevar libros de registro con cientos de firmas que nadie revisa porque no tienen trascendencia. Dosificar las horas destinadas a educación física, que con tres serían suficientes y esas dos horas restantes, se dediquen a enseñar educación vial.
Pero, antes de las reformas a la malla, se debería modificar la Ley Orgánica de Educación y su Reglamento, para devolver la autoridad al docente y proteger su actividad dentro del aula, porque el clima de tensión generado en los últimos años, es nefasto, porque se han formado figuras extrañas que entorpecen y burocratizan la tarea educativa como son los belicosos padres, los exigentes distritos, los derechos estudiantiles torcidos, las autoridades sin autoridad y sin capacidad de decisión.
La nueva malla curricular debe potenciar “el mejoramiento continuo” de la oferta educativa institucional en su área de influencia. El potencial de las instituciones educativas son los docentes. Los docentes para ser referentes deben ser capacitados con frecuencia. La capacitación mejora la visión docente de la gestión en el aula. Y si fue una consulta popular, que se efectivice la revalorización de la labor docente con un sueldo de dignidad y de justicia. Ya van dos años y de re categorización, nada. Sueldos de miseria y todavía congelados. (O)