El médico, un ser especial? / Patricio Arellano Abedrabbo
Un día decidió ser médico. Estudió con esmero y compromiso una Carrera maravillosa llamada Medicina. Allí encontró amigos sinceros y sobre todo aprendió a valorar la vida. Entendió que existen diferentes medicinas y terapias , algunas que curan el cuerpo con miles de enfermedades y algunas que sólo alivian o palian el dolor antes de lo inevitable…Después de muchos anos de estudio y de sacrificar tantos atractivos que ofrece el mundo, tantas noches en vela y soportar el estrés de las urgencias hospitalarias; ya en su vida profesional, algunas veces llora en silencio por no poder hacer nada ante la muerte inminente y otras se pone feliz al salir victorioso(a) y vencerla.
Sea como sea, ahí permanece firme sin perder la esperanza y la entereza de todo un médico, dando lo mejor de él, muchas veces a cambio de nada!…Se identifica con el dolor ajeno, incluso olvidándose del suyo, extendiendo su mano salvadora…El eligió esa vida, porque no por gusto salen las rosas, él la eligió porque su vida es todo un universo de flores hermosas…Su tiempo y esfuerzo todo lo puede, pero, qué puede hacer el médico sin la ayuda y la dirección del Ser Supremo?…Siempre brinda su mano amiga, sin importar el cansancio cuando está en juego la vida, sólo tiene en mente servir y salir airoso(a) en esta batalla de la vida! No importa las largas horas de estudio permanente y sin respiro, cuando alguien con una gran sonrisa le dice: GRACIAS!
Es la mejor recompensa, la más valiosa perla que la llevará en su corazón como una invalorable ofrenda…Dios ha puesto en sus manos y en su inteligencia la inmensa tarea de velar por la salud del paciente y de ser un bálsamo fresco y relajante para el dolido, quien ansía su presencia…Ha sido escogido por el Creador como un instrumento idóneo, para aliviar o sanar el dolor y el sufrimiento del ser humano, convirtiéndose en un ser especial, con una sublime función…Brindar atención oportuna, cálida y profesional al paciente; mirar a la mujer y hombre dolientes con compasión, por encima de la enfermedad; ser capaz de dar ánimo, calma y esperanza en los momentos más difíciles a las familias; acompañar a la comunidad en las acciones de prevención de la enfermedad y compartir la alegría o la pena en el delicado ejercicio de su profesión, le hace al médico un ser especial!…Sin embargo, no todo es color de rosa, cuando las cosas salen bien, un gracias; cuando las cosas salen mal a pesar de ponerlo todo de si, la ingratitud o el cuestionamiento.
El médico se formó para curar, no para desear la muerte!!…Nuestro reconocimiento irrestricto al médico en su Día, al Colegio de Médicos de Tungurahua y a su Directiva, en su noble misión; a aquellos profesionales que cada día y sin horario dejan su vida misma en los hospitales y centros de salud; a aquellos que han vuelto de otros países para poner sus conocimientos al servicio de los pacientes en su Patria; a aquellos que han dejado sus familias por sanar vidas en lugares lejanos de este país, poniendo en claro que la salud es un derecho universal, guiados por el juramento hipocrático!…Gracias a ellos por sus luchas de cada día, gracias por ayudar a traer al mundo nuevas vidas cada día y a sanar y prolongar las que ya existen!…Feliz día a todas y todos los médicos que cada día transforman a nuestro país en un hogar más saludable! (O)
Lunes con Salud/Hacia la Salud por la Naturaleza