“Voto responsable” / Mirian Delgado Palma
“Voto responsable” / Mirian Delgado Palma
En todo el país se observa una contienda electoral impresionante, a través de la promoción de candidatos a las diversas dignidades de los gobiernos locales. El gran espíritu cívico de los postulantes ha dejado de lado el interés por sus actividades profesionales, y hoy buscan posiciones estratégicas para “servir a la sociedad…”
Nuestra ciudad se ha forrado con rostros políticos –conocidos o no-, que pretenden llegar a las distintas dignidades gubernamentales, con intereses diversos y con programas ideológicos, no sé, de buena fe, o simplemente para aprehender el poder social y económico. Lo que hoy se percibe son violentas luchas políticas por captar el poder, ofreciendo en ciertas propuestas “maravillas”.
¿Qué hacer, frente al baratillo de propuestas de los candidatos?, Por desgracia, en el tema educativo no todos los habitantes con opción de votar, están preparados para analizar los llamados “programas de trabajo”, en los que entre otras ofertas, se invoca una ciudad y provincia, libre de pobreza, delincuencia, inseguridad; sin desempleo, etc. etc. Si aquello se cumple, en el mediano y largo plazos, con toda seguridad quienes habitamos en esta tierra, viviremos en un paraíso. ¡verdad!
Por otra parte, precisa revisar los perfiles de los postulantes, en cuanto a la academia, experiencia, conocimiento total de las leyes que regulan el funcionamiento de las Entidades del Estado y conocimiento del quehacer político. Además, debería ser una prioridad de quienes seleccionan a sus candidatos, realizar este análisis, previa a su promoción. Quienes tenemos la potestad de forjar el destino de nuestra provincia, debemos revisar celosamente estos elementos, de cada candidato que le acrediten la posibilidad de ser elegido por sus méritos, por sus obras, por su cabal conocimiento del quehacer público. De esta manera daremos nuestro “voto responsable”.
Considero una actitud inmoral de ciertos candidatos, el tratar de comprar por una dádiva, la conciencia de gente humilde, a las que se llega con regalos deshonrosos en busca de recabar y mantener el voto popular. Cuando, lo ético, moral, digno y honesto sería respetar el pensamiento, el criterio y el espacio de cada ciudadano, a fin de que en “buena lid”, se elijan a los mejores. No es posible que se “pisotee la dignidad humana”, se aliene su conciencia, anulándoles como personas y manejadas como marionetas de intereses ideológicos, por la ansiedad desmesurada de poder. Y cuando obtienen el poder las entidades gubernamentales, se convierten en “Coliseos Romanos”, en donde los alfanjes vuelan en diferentes direcciones, con el afán de degollar a sus contrincantes, dejando de lado los sagrados postulados para los cuales fueron elegidos.
Por suerte, se habla de ejecutar los proyectos del Plan de Desarrollo, una herramienta gerencial eficaz que contiene indicadores de gestión, de manera que en el corto, mediano y largo plazos estaremos analizando cifras, cuya lectura nos dirá en qué medida se cumplieron las ofertas de campaña. ¿Qué hacer si no la cumplieron?
No se olvide amigo lector que su “voto responsable”, permitirá la viabilidad de este gran proyecto social. Hay candidatos dignos, que merecen nuestro reconocimiento, donde brille la verdad y se haga realidad las propuestas de campaña. (O)