Ciudad en espera / Sayuri Fiallo
Esperamos el cambio, esperamos las mejoras, esperamos el desarrollo, pero, ¿detrás de la espera que tanta participación hay? Somos los habitantes de la ciudad los que conocemos los cambios que la ciudad quiere, los que transitamos cada día por sus calles, los que vemos los espacios antes vacíos siendo ocupados; somo los habitantes de la ciudad los que elegimos a quien liderará lo que esperamos que suceda.
Participamos en los procesos de ofrecimiento, sin embargo, nuestra participación debe extenderse al proceso de desarrollo. El compromiso del desarrollo de una ciudad, debe ser entendido por los usuarios de una manera completa, en cuanto a infraestructura, sociedad y economía. Calles y aceras, edificaciones y espacios públicos, todo de calidad para que nos podamos apropiar de ellos; una sociedad sin miedo, que se supera y que convive sin temor entre ella; una economía dinámica que permite el crecimiento personal y profesional de muchas personas, esto es lo que se espera del desarrollo, lo que debemos comprender y de lo que debemos apropiarnos para participar de manera proactiva en mejoramiento de estos elementos importantes que forman la ciudad.
Siendo usuarios activos y constantes de la ciudad, tenemos el derecho, tanto como la obligación, de exigir el mejoramiento de los elementos importantes de nuestra ciudad, y con eso, la responsabilidad de cuidar de los mismos. Mejoramos la ciudad no solo con su ornato, pero con levantar la voz y expresar las falencias que vemos y sentimos. Ser usuarios activos significa estar presentes en el desarrollo de la ciudad, con propuestas, exigencias, críticas constructivas, acciones concretas, ayuda e involucramiento.
La ciudad cambia, como cambian sus habitantes, sin embargo, los cambios no pueden tener temporalidad o nombre, deben ser pensados en nombre de la ciudad y sus usuarios. Nosotros confiamos en las autoridades, pero así mismo, la ciudad confía en nosotros. (O)