La tecnología 5G y sus riesgos (Primera entrega) /Juan Diego Valdivieso Rowland
En la parte superior derecha de su teléfono celular seguro ha visto la denominación 3G o 4G. Es el número de generación a la que pertenecen las redes que proveen la banda ancha a sus teléfonos. La primera generación, 1G, fue la de los teléfonos analógicos. La 2G la de los digitales y así sucesivamente la tecnología ha evolucionado hacia la 3G -la más común en Ecuador- y la 4G, mucho más rápida. Sin embargo, es frecuente que cuando navega se va la conexión o toma mucho tiempo acceder a una página o aplicación. Por esta razón, las operadoras móviles principalmente en la Unión Europea y Estados Unidos están planeando implementar la tecnología 5G en 2019.
Esto puede sonar bien ya que la velocidad de navegación será muy rápida y “ahorrará tiempo”. Este cambio involucrará a robots, cámaras de seguridad, drones y hasta a los automóviles conectados, según el New York Times. Esto permitirá que los usuarios descarguen videojuegos, películas y otros contenidos en pocos segundos.
Con la banda ancha 5G, el Internet de las cosas -la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet- estará al alcance de muchos. A pesar de las bondades que la industria de la tecnología publicita, hay un lado oscuro: el peligro de la radiación para la salud y el medio ambiente. De acuerdo con la revista Eluxe, la idea es utilizar el ancho de banda aún sin explotar de la onda milimétrica de frecuencia extremadamente alta, misma que no atraviesa bien las paredes y que puede ser absorbida por la lluvia y las plantas. Por esta razón, será necesario colocar muchas más antenas de las ya existentes para que esta tecnología funcione.
Lo negativo es que cada antena emite altas cantidades de radiación de radiofrecuencia (RF), perjudicial para la salud y el medio ambiente. En el siguiente artículo dentro de una semana abordaré estos inquietantes puntos. (O)