La oratoria y cultura / Editorial
La cultura es una actividad amplia que abarca varias modalidades de manifestarse, tanto en el aspecto íntimo y familiar, como en las relaciones sociales e interpersonales, a través de libros, de pintura, de música, de arte y de la enseñanza diaria a niños, jóvenes y adultos en escuelas, colegios y universidades.
Una manifestación importante de la cultura es la oratoria, aquella cualidad -que no todas las personas la tienen- y que sirve para exponer criterios, conocimientos, experiencias al público que desea escuchar, muchas ocasiones, con entusiasmo, con emoción y con deseos de aprender y asimilar las opiniones expuestas, contrastarlas, criticar cuando fuere del caso.
La oratoria, en algunos casos, es innata que puede expresarse con espontaneidad. En la mayor parte de casos es el resultado de un largo proceso de preparación y de aprendizaje , que con práctica continua en varios foros y en eventos públicos se llega a tener el dominio de si mismo que repercute en los demás.
Varios parámetros se debe tener en cuenta para considerar al buen orador. Importante es la presencia personal, hasta la manera de pararse, toda su manifestación corporal, el manejo correcto del idioma, la dicción clara y no atropellada, la estructura del discurso, la coherencia en los argumentos, la concentración que pueda mantener tanto de él mimo como de los asistentes, la empatía con todos o la mayor parte de ellos , el dominio del escenario.
He ahí un breve enfoque de la oratoria que sirva para que la juventud continúe con la tarea. (O)