Día del trabajo / Editorial

   

  Este día del año ha sido señalado para celebrar el trabajo y rememorar  los recuerdos, gratos e ingratos, de la historia laboral tan rica en acontecimientos que han servido para reafirmar la fuerza del trabajo, aquella fortaleza  innata en el hombre que le permite producir para la propia supervivencia de las personas y de las familias.

  El Primero de Mayo representa la lucha decidida  en Chicago, que levantó a los obreros de las varias ramas de trabajo  existentes, para reivindicar sus derechos conculcados por la injusticia y la incomprensión de los patronos, que imponían las tareas laborales en más de diez horas diarias y el trabajo en condiciones inhumanas e insalubres, sin respetar si eran mujeres o varones o menores de edad.

  Con el transcurso del tiempo,  estos abusos han sido superados, comenzando por reconocer la existencia de dos valores importantes en las relaciones laborales,  el capital y el trabajo que se juntan para producir y generar riqueza que sea distribuida en amplios sectores de la población y para que la gente tenga  trabajo digno de acuerdo a la condición humana de los obreros.

  En la actualidad las relaciones obrero patronales han mejorado. Existe el ambiente adecuado para el diálogo entre a las partes al margen de posiciones intransigentes y beligerantes lo  cual es positivo.

  El Primero de Mayo es una fecha simbólica de un gran contenido social reconocida a nivel internacional.  Por lo mismo, debe ser inamovible en el calendario de los grandes acontecimientos universales. (O)