Matrimonio igualitario vulnera seguridad jurídica

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La Iglesia busca fortalecer los valores y que la sociedad reflexione respecto a la importancia del matrimonio entre hombre y mujer. (Foto El Heraldo)
 

Los jueces de la Corte Constitucional con cinco  votos a favor y cuatro en contra, dieron paso en el Ecuador al matrimonio entre personas del mismo sexo, el 12 de junio. Estas dos resoluciones vulneran gravemente la seguridad jurídica del país y la supremacía constitucional, es el pronunciamiento del Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y que fue difundida por monseñor Giovanny Pazmiño, obispo de la Diócesis de Ambato, ayer.

Según la Iglesia Católica, la Corte Constitucional bajo ningún argumento está facultada para reformar el contenido de la Constitución de la República, entre ellas la figura del matrimonio, definida en su artículo 67 como la unión de un hombre y una mujer, toda vez que los únicos mecanismos de reforma constitucional son mediante Referéndum o por medio del voto calificado de la Asamblea Nacional, según lo prevé su artículo 441.

Dos jueces de dicha Corte estaban moral y legalmente impedidos de participar en la tramitación de estas causas, por cuanto han sido abogados patrocinadores y defensores del matrimonio igualitario antes de ser nombrados jueces, y, a más de ello, públicamente expresaron con anterioridad sus criterios de apoyo a este reclamo.

La definición de matrimonio, como la unión de un hombre y una mujer, fue aprobada por el pueblo ecuatoriano, mediante referéndum realizado en el  2008 con el 63% de la votación, justamente para proteger y fortalecer la institución matrimonial que es la única que garantiza la prosecución (prolongación) de la especie humana y su libre desarrollo, por lo que mal pueden cinco jueces irse en contra de la voluntad soberana de los ecuatorianos.


La Iglesia Católica ratifica el compromiso de respetar los derechos de todas las personas, independientemente de su edad, raza, sexo, religión, inclinación sexual o cultura, como base de la auténtica convivencia democrática, libre de toda forma de discriminación social, política, religiosa, económica o cultural.

El comunicado señala que promoverá el matrimonio entre hombre y mujer, tal como lo reconoce el Pacto de San José de Costa Rica, la Convención Americana de Derechos Humanos y la Constitución del Ecuador. Se defenderá la prevalencia de los derechos de los niños en todas las etapas de su existencia y en sus dimensiones físicas, psíquicas, sociales, éticas y espirituales. Ratificarán los principios sobre el matrimonio y la familia, base de la sociedad, inspirados en la Palabra de Dios y enseñar a los niños y jóvenes que el matrimonio según la fe es la unión indisoluble entre un hombre y una mujer. (I)

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