Un viaje por la ruta del Spondylus / Luis Alfredo Silva
PROVINCIA DE MANABÍ. La Ruta Spondylus facilita apreciar, islas, playas, bosques, valles y pueblos admirables. Se inicia en Ayampe y termina en Cojimies, límites con las provincias de Santa Elena y Esmeraldas, respectivamente. Principia en un bosque, donde la cordillera de Chongón y Colonche llega hasta el mar
Transita 11 kilómetros y arriba a Salango, después de pasar por los pueblos de Las Tunas y Puerto Rico. En la ciudad de Salango, puede deleitarse con el rico ceviche de concha spondylus, visitar el museo arqueólogico y conocer el atractivo arrecife, mediante buceo de superficie, que posee la isla del mismo nombre. Sigue 6 kilómetros más y entra en Puerto López, «la Sucursal del Cielo», como la denominan sus amables habitantes.
Puerto López, es ensenada, balneario y punto de partida para observar ballenas jorobadas en temporada, y todo el tiempo visitar la asombrosa Isla de La Plata.También, luego de un corto recorrido, puede ingresar a La Playa de los Frailes, una de las más bellas del Ecuador y la décima tercera playa más hermosa del mundo. Posee arena blanca, un mar de color turquesa y un mirador para contemplar el grandioso oceáno Pacífico. Continua y llega a Puerto Cayo, cruzando las poblaciones de Machalilla, Puerto Nuevo y Salaite. Tiene una playa de admirable belleza, hosterías y restaurantes para servirse la apetitosa comida costeña.
La ruta va paralela al mar, abriendose paso por una vegetación xerófila, para arribar a los pueblitos San José, Pile, Santa Rosa y San Lorenzo, Cerca esta El Refugio de la Vida Silvestre Marina Pacoche; un bosque exuberante, donde viven los monos aulladores y una variedad de coloridas aves, entre otros animales. Existe lugares para hospedarse, acampar y alimentarse.
Posteriormente, se arriba las playas de Santa Marianita y San Mateo, con un mar para practicar deportes acuáticos. Después se llega a Manta, «Primer Puerto Pesquero Industrial»; una ciudad a la que van grandes cruceros del mundo, atraídos por su impresionante belleza y la hospitalidad de su gente.
Luego por la población de Charapotó, se va a las playas de San Jacinto, San Alejo y San Clemente, para avanzar a Bahía de Caráquez; una ciudad tranquila, limpia y bonita. Cruza el puente más largo del país, extendido sobre el río Chone, y esta en la población de San Vicente y luego en las playas de Briceño y la fantástica playa de Canoa. Continúa y entra en el cantón Jama, con sus cautivantes playas La División, Don Juan y la rocosa de Tasaste, donde la erosión del mar a construido «El Arco del Amor». Cerca esta La Punta Palmar, donde la Misión Geodésica Francesa, en 1845, senaló el sitio por donde cruza la línea ecuatorial. Sigue y llega a Pedernales; un lugar para disfrutar de la playa y de la exquisita comida manabita.Termina la ruta, en la provincia de Manabí, en las playas de Cojimies, engalanadas con un enorme bosque de bellas palmeras. (O)