El fútbol y la vida se juegan con la cabeza / Edison Narváez Z.
Nada produce mas impotencia en los ecuatorianos hinchas del futbol, que ver como nuestros jugadores en forma displicente pierden los partidos y salen fracasados de la Copa América destacándose como una de las peores selecciones. ¿Por qué sucede esto?, nos preguntamos con desengaño los ecuatorianos. Será por intereses económicos, será que falta inteligencia a nuestros “guerreros”, será un problema cultural…. La lista de excusas es interminable para explicar los continuos fracasos de la selección que dirige el jactancioso Bolillo Gomez que no gana ni en los partidos amistosos.
Hace algunos años nos dijeron que el biotipo del ecuatoriano es el mas adecuado para jugar al futbol moderno; porque el futbol es de ida vuelta, de relevos, de potencia. Se preocuparon de preparar físicamente a nuestros futbolistas; de hecho en la cancha los vemos con cuerpos esculturales que el mismo Arnold Schwarzeneggerlos envidiaría.
Sin embargo, al juzgar por la desidia de nuestros representantes, parecería que la única parte del cuerpo en la que no han recibido entrenamiento especifico es el cerebro.
El Futbol se juega con la cabeza, manifiesta Andrea Pirlo futbolista italiano campeón del mundo 2006, cuando esto sucede los pies responden a lo que el cerebro ordena. De la misma manera, Michel Bruyninckx entrenador belga destaca la importancia que tiene para el futbolista moderno el aprendizaje centrado en el cerebro; apoyado en la premisa de que el cerebro es mil veces más rápido que cualquier computadora, la intención de Bruyninckx es que los jugadores de futbol aprovechen todas las capacidades de su «disco duro» para convertirse en futbolistas más hábiles e inteligentes; se trata de destacar la dicotomía entre lo emocional y lo racional para guiarse adecuadamente en el campo de juego; desarrollar lo cognitivo del atleta para mejorar sus competencias futbolísticas.
No obstante de lo anotado, la superficialidad y la desidia no solo se evidencian en la selección mayor de futbol. Varios sectores también han perdido identidad con nuestro Ecuador, tanto que se ha desarrollado un estatus de indiferencia y la falta de amor por nuestro inerme país. Muchos políticos se han enriquecido con los fondos públicos, y muchos ciudadanos comunes y corrientes asumen el derecho de exigir todo lo que no tienen, pero les cuesta cumplir sus deberes de ciudadanos. Es evidente como la gente agrede al país, cuando botan los desperdicios en la vía pública, cuando los conductores no respeten a los peatones, cuando cantamos el Himno Nacional y muchos ni la gorra se sacan.
Los ecuatorianos estamos adoleciendo de un sentido de pertenencia, aquellos que se ponen la tricolor en la cancha de futbol y aquellos que intentan forjar su vida en el día a día. Es hora de que todos nos pongamos y sudemos la tricolor. En el fútbol y en la vida hace falta usar la cabeza. (O)