Indígena cumplió su sueño de estudiar en ‘Harvard’
Carlos Santiago Chango Uñog de la comunidad de Chibuleo San Francisco, sector Tolonloma, cumplió su sueño de estudiar en una de las mejores universidades del mundo, ‘Harvard’.
Contó que su niñez fue feliz. Proviene de una familia de escasos recursos económicos, con muchas limitaciones y carencias.
“Mi mamá es Manuela Uñog y mi padre Manuel Chango, quienes hicieron todo lo posible para que nosotros tengamos educación. Por cerca de 15 años, ella fue lavandera en Ambato y él cargador del mercado. Mi madre, además, era comerciante minorista. De niño recuerdo haber ido con ella a vender cebollas en Ambato, Pelileo y Patate. Ellos siempre nos inculcaron la importancia del arduo trabajo, de la perseverancia y honestidad”, narró Carlos Santiago.
Recordó que nació en un hogar sin luz eléctrica, sin agua potable y sin alcantarillado. Hasta los seis años hablaba solo ‘kichwa’. A esa edad aprendió español cuando ingresó a la escuela ‘Seis de Marzo’ de Chibuleo San Alfonso que en ese momento solo contaba con dos profesores.
Cursó el ciclo Básico en el Colegio Nacional ‘Pilahuín’ y se graduó de bachiller en el Colegio Técnico ‘Atahualpa’. Para llegar a tiempo al colegio, era obligatorio levantarse todos los días a las cinco de la mañana y tomar un bus de Chibuleo a Ambato y luego otro de Ambato a Atahualpa.
“Gracias al esfuerzo de mis padres por quienes tengo una eterna gratitud entré a la Escuela Politécnica Nacional de Quito donde estudié seis semestres. En 1995, mi primo Hernán Chango, me informó sobre la Escuela Agrícola Panamericana–El Zamorano, universidad localizada en Honduras y especializada en Ciencias Agropecuarias con prestigio a escala latinoamericana. Me postulé, fui admitido y gracias a una beca del Gobierno alemán fue posible estudiar ahí. Graduarme de Zamorano fue un significativo escalón para confiar aún más en el poder de creer que todo es posible”, indicó.
Posteriormente, colaboró en proyectos de desarrollo en Honduras, Guatemala y El Salvador. En esa época acarició el sueño de estudiar en la mejor universidad del mundo: ‘Harvard’, en Estados Unidos.
Aprendió el inglés a los 30 años. Para ello también fue a trabajar en Estados Unidos, donde tomó el examen ‘TOEFL’ por primera vez y no lo aprobó, lo intentó de nuevo y tampoco pasó, pero en la tercera ocasión lo consiguió.
Otro examen que rindió fue el ‘GRE’ para cuya parte cuantitativa resolvió al menos siete mil ejercicios matemáticos y con ello obtuvo un puntaje perfecto de 800/800.
Finalmente, en marzo de 2005, con buenas calificaciones en el ‘TOEFL’ y en el ‘GRE’, de excelentes ensayos, importantes records académicos de pregrado y valiosas cartas de recomendación fue admitido en ‘Harvard’ para la maestría.
Era indudable que la única manera de costearla era con una beca, pues su valor bordeaba los 130.000 dólares.
Aplicó a las becas más factibles y no concretó ninguna; sin embargo, en el 2006, logró una beca del Banco Mundial que conjuntamente con Harvard financiaron sus estudios.
“Llegar a Harvard fue un sueño que forjé por seis años. Comenzó en el 2000 y lo cristalicé en el 2006”, enfatizó.
Carlos Santiago Chango Uñog es el primer indígena ecuatoriano graduado en Harvard. Desde su ingreso sintió una gran responsabilidad moral por devolver lo que ha recibido y contribuir para que la comunidad Chibuleo se enrumbe por caminos de progreso y bienestar.
Su maestría inició en agosto de 2006 hasta junio 2008. Es maestrante en Administración Pública en Desarrollo Internacional. Jamás fue discriminado en ‘Harvard’.
Hoy es cofundador y gerente general de ‘iChasky’, una empresa social ecuatoriana, cuya misión es mejorar el mundo a través de la formación de personas quienes, creyendo en sí mismas, logran sus sueños. (I)