Buscando la felicidad / Edison Narváez Z.
Normalmente el ser humano está siempre tratando de alcanzar sus objetivos, compartirlos con sus seres queridos y de esta manera ser feliz; no obstante es necesario aclarar, la felicidad no es un objetivo en sí; es un estado emocional de ese momento.
En ésta búsqueda de la felicidad, los seres humanos interpretamos la realidad que nos rodea a través de tres formas distintas:
Hay quienes ven el mundo como un azar: Y dicen: “A mí me va bien o me va mal según el destino”, y la primera reflexión que se hacen es que el sufrimiento les viene por causa de la mala suerte; estas personas están parados en el azar y para ellas todo da lo mismo, es decir si robas o no robas da lo mismo, eres feliz si no te agarran y eres infeliz si te meten preso; o me quedé sin trabajo – tuve mala suerte, es cuestión del azar; me subieron de puesto en el trabajo – tuve buena suerte… No tienen mucha explicación del mundo, todo es cuestión del destino, miran el mundo de esta manera y lo viven de esta manera…. Nací pobre y pobre voy a morir, es mi destino.
Es muy difícil lograr la felicidad si uno está esperando el azar, es como estar jugando con la vida de uno y en este sentido estas personas tienen una permanente ansiedad y una evidente inseguridad. En todo caso, si todo en la vida es un azar, entonces hay alguien que está tirando los dados, y alguien también está poniendo las reglas del destino.
La segunda reflexión, es aquella en la cual los seres humanos manifiestan que “Hay un Dios que decide que me toca y que no me toca”, ese Dios es como un ser que decide todo por nosotros, un Dios que decide quienes van a ser pobres y quienes no, y después está en nosotros que hacer con lo que Dios nos ha dado, es un Dios que tiene total decisión sobre nuestras vidas, es el Dios al que le rezamos cuando algo anda mal, y le pedimos que nos salve de algún peligro, y despues cuando todo está bien nos olvidamos de El. Ese Dios al que le rezamos aunque no tengamos la suficiente convicción de El.
En la primera visión todo es azar y en esta segunda hay alguien que nos puede salvar, y aquí viene la gran pregunta, si ahí está un Ser (Externo) que es absolutamente compasivo, ¿Cómo puede ser que Yo esté sufriendo?….. En ocasiones no hay muchas respuestas en este sentido y es basicamente porque no tienes la suficiente convicción de este Ser.
La causa de la felicidad o del sufrimiento en el primer caso es del azar y en el segundo caso hay un ser ahí afuera (afuera de ti) que decide tu felicidad o tu sufrimiento.
La tercera reflexión es “Causa – Efecto”, es decir todo lo que sembramos lo vamos a cosechar, y lo que cosechamos es nuestro, porque nosotros lo sembramos.
Todo lo que está en el ahora es el efecto, la causa es sembrada en el pasado, lo cual quiere decir por ejemplo que así como tratamos a los demás, así vamos a experimentar nuestro mundo, es una visión que nos da mucho poder porque puedes sembrar lo que tú quieras. El Ahora puede ser que no te guste pero tú lo puedes cambiar, es decir no esperar que el azar te cambie; entonces el concepto de Dios cambia completamente porque Dios pasa a ser el amor con el que dices y haces las cosas hacia los demás. Quizá esa sea la felcidad que estas buscando.
Tú llevas la carrosa de tu vida y tú decides a donde la llevas, si siembras papas cosechas papas. Queridos lectores, la felicidad no es un objetivo, está en este momento, mientras disfrutas la sonrisa de tus hijos, mientras bañas a tu perro, mientras almuerzas con los tuyos, mientras miras y escuchas lo que te rodea… Para que buscar la Felicidad, quizá la tienes a tu lado. (O)