Fe y agradecimiento a la Virgen de la Elevación
Los fieles que cada año son parte de la peregrinación de la Virgen de la Elevación desde el centro de Ambato hasta la Basílica de Santa Rosa tienen diversas razones para cumplir este acto de fe.
Freddy Masabanda peregrina todos los años en agradecimiento, porque en su matrimonio, durante 15 años no pudo concebir un hijo. “Gracias a la intercesión de la Virgen ante su hijo, hoy puedo alcanzar esa gracia y mi hijo cumple ya seis años”, contó.
Para el obispo de Ambato, monseñor Giovanny Pazmiño, una de las finalidades es que descubran el valor de la fe y de la presencia de Dios mediante la Virgen en este caminar.
“A pesar que llueve un poco, pero nos favorece peregrinar y sentirnos iglesia caminando en la presencia de Jesús”, destacó.
Luego de la peregrinación se desarrolló la eucaristía, en la que la Diócesis, a los pies de la virgen, proclama el año de la ecología como un año de trabajo pastoral.
“La parroquia goza de la suerte de ser el santuario de la patrona de la provincial. Existe un orgullo grande ser la casa madre de los tungurahuenses”, dijo Ángel Aucapiña, párroco de Santa Rosa y rector del Santuario de Nuestra Señora de la Elevación.
Además, comentó que se constató la presencia de fieles de Ambato, Quito, Riobamba, Latacunga y otros sectores que por devoción caminan hasta la Basílica.
“Después tenemos varias actividades como ferias y desfiles ecológicos”, argumentó.
Mariela, devota fiel, contó que todos los años camina junto a la Virgen en petición por el país y la difícil situación que atraviesa. “Estamos pasando por graves conflictos políticos, sociales, migratorios y tenemos que estar unidos para pedir a Dios que se apiade de nuestro país”, resaltó. (I)