Informe de los servicios de Antonio de Clavijo. 1582 / Pedro Reino Garcés
Cronista Oficial del Ambato
Constituye verdadera primicia el poder compartir un documento inédito sobre estas llamadas “probanzas” con que se legalizaban cuestiones “de hecho”, para que pasaran a ser “de derecho” en las alucinantes relaciones sociales de la cultura occidental, con las cuales se fija nuestra historia. Tengo la suerte de respaldarme en un documento inédito para este comentario, traído del Archivo de Indias, que me ha sido proporcionado por el Lcdo. Jaime W. Moscoso J. Viene en el español de 1582. Tiene la versión paleográfica.
¿Valdrá la pena ponerlo a la luz en estos neblineros donde todo queda en el olvido? Pienso en don Isaías Toro Ruiz y me consuelo, no solo por lo que dejó transcribiendo, sino por lo que pasó a convertir en luz varios documentos que tenía encajonada la historia inédita. Los demás tendrán que mostrar lo que vamos dejando a un pueblo, incluidos quienes buscan protagonismos.
“El licenciado Cardenal dio comisión al dicho Antonio de Clavijo como hombre de confianza para que hiciese la población de los naturales de los términos de esta ciudad de Quito hasta la de Cuenca; y leído esta acta que el dicho Antonio de Clavijo se ocupó en ello con mucho cuidado y diligencia y pobló los pueblos de Ambato y Pelieo y Píllaro y Patate y Quero y Puxillí” y Tiquizambe y los Molles y Saquisilli y San Miguel y Guano y Aluquis y Licán y Calpi y los otros pueblos quedaron muy bien poblados estando como estaban de antes los naturales muy apartados por lo cual no podían ser muy bien doctrinados y los otros pueblos los trajo y los pobló muy bien el dicho Antonio de Clavijo haciendo en ellos sus plazas cercadas y iglesias…y casas reales…”
Conviene argumentar que estos “documentos de probanza”, con testigos, evidencian muchos cálculos de las presiones políticas y jurídicas con que actuaron burocráticamente los ejes del poder, con posterioridad a lo que reclamaban. Enumeremos:
Uno: Este documento no alude a documento pertinente donde se le dé el encargo oficial de fundador, por ello la probanza con testigos. No hay disposición jurídica legal inicial que diga que tal o cual funcionario, con documento en mano, haya procedido a la llamada ‘fundación’ o a la misma ‘reducción’.
Dos: Se ocultan evidencias certeras de pueblos que existieron y fueron destruidos. Es entendible que en un proceso conquistador, la redacción histórica de un suceso no es imparcial, sino totalmente a favor de los vencedores.
Tres: Los testigos (Hernán Pérez Galarza vecino del pueblo de Riobamba…el licenciado Gonzalo Flores, clérigo provisor de este obispado…Alonso Suárez, morador de esta ciudad (Quito)) de la probanza dan respuestas afirmativas en procura de un beneficio económico a favor del protagonista de la probanza. Es más: son los allegados hispanos que certifican.
Juan de Gallegos, padre de Isabel de Montesdeoca, que es suegro de Antonio de Clavijo, “habló con el Virrey Blasco Núñez de Vela en la batalla de Iñaquito (cuando estuvieron) en contra del tirano Gonzalo Pizarro y fue el cual a su costa y misión con sus armas y caballo sin por ello haber sido remunerado ni gratificado…(Por eso recurre) a vuestra real persona y real consejo de los indios para que me paguen por razón de los estos mis servicios y del y de mi suegro de que se me den en indios vacos a que pagaren de renta en cada un año más cantidad de tres mil pesos por dos vidas conforme a las leyes de las sucesiones…”. (O)