Año que se va / Editorial

El 2019 termina hoy, 31 de diciembre. La vida de la gente, por el contrario, sigue su curso, como sigue la actividad de los gobiernos nacionales y locales. 

Este día es útil para hacer balances de lo ocurrido a lo largo del año.

El País no cierra el año con un resultado positivo. La economía, condicionante de casi todo, se ha estancado, con serios problemas de empleo.

La paralización de octubre dividió a los ecuatorianos, dejándole a la sociedad con fracturas difíciles de cerrar.

La moral pública se encuentra herida ante la dificultad de sancionar a los corruptos que se protegen con un escudo de leyes muy poco comprometidas con la transparencia.

El resultado positivo está en el espíritu de la gente. Pocos se resignan ante la adversidad y el desencanto. Son mayoría los que están dispuestos a superar los problemas.

El 2019 puso a prueba a los ecuatorianos. Al final, sólo unos pocos reprobaron el examen, con actitudes violentas y desafiantes de la institucionalidad democrática