Estafas hacia adultos mayores / Editorial
La inseguridad ciudadana no respeta edades, sexo ni religión, al punto que su violencia traspasa los límites de la cordura racional, siendo un detonante fatídico incluso para gente de la tercera edad que, lastimosamente, se encuentra dentro de este mal social, llamado delincuencia.
En distintos cantones de Tungurahua, se han escuchado expresiones lamentables y negativas, por parte de adultos mayores que relatan su experiencia para el olvido, tras ser víctimas de robos por parte de ciudadanos que se hacen pasar por personas “solidarias”, con el ánimo de sustraerles su dinero o cosas de valor.
Estos casos, últimamente se están dando afuera de instituciones financieras, donde gente de avanzada a edad, acude con motivo de cobrar su Bono de Desarrollo Humano; delincuentes aprovechan el momento y actúan de manera inescrupulosa, ofreciéndoles ayuda para llevarlos a sus casas o diciendo que van a depositar su plata y se la llevan.
Es importante que familiares de adultos mayores, así como gente de confianza, acudan con sus queridos viejitos para que los protejan y no sean víctimas de estos atracos cobardes.
De igual manera, guardias de instituciones financieras, así como la Policía Nacional, deberán estar atentos ante cualquier acto sospechoso y velar por la integridad de los adultos mayores, a la hora de salir de bancos y, de cierta manera, evitar un posible robo. (O)