Migajas para el Ministerio del Ambiente en 2020 / Juan Diego Valdivieso Rowland
El Gobierno tiene las prioridades al revés, o simplemente no las tiene. Al observar el plan anual de inversiones del Ministerio del Ambiente (MAE) para 2020, se evidencia que al presidente oriundo de la Amazonía no le interesa la conservación ambiental. El gobierno olvida que Ecuador es uno de los 17 países megadiversos del planeta; que en una hectárea del Parque Nacional Yasuní se encuentra más especies de árboles que en toda Norteamérica; o que la quinta parte (20%) del territorio nacional lo conforman 56 áreas protegidas que están a cargo del MAE.
Para 2020, el gobierno destinará la ínfima cantidad de USD 22.2 millones para todos sus programas y proyectos, tales como: Socio Bosque, que consiste en el pago por la conservación de ecosistemas (USD 6,2 millones cuando en 2018 se le otorgó USD 22.7 millones); programa nacional de reforestación (USD 1 millón y en 2018 USD 7 millones); remediación de pasivos ambientales, causados por derrames petroleros o contaminación (USD 2.3 millones y en 2018 USD 3.5 millones); proyecto paisajes y vida silvestre (USD 700.000 y en 2018 USD 21 millones); lucha contra la desertificación y degradación de la tierra (USD 11.000 y en 2018 USD 128.000); gestión integral de residuos sólidos (USD 846.000 y en 2018 USD 1 millón); sistema único de información ambiental (SUIA) (USD 545.000 y en 2018 USD 2 millones), entre otros.
En 2018, el plan anual de inversiones para el MAE contemplaba USD 58.4 millones. Para el 2020 serán apenas USD 22.2 millones. En dos años el plan anual de inversiones del MAE se redujo en más de USD 36 millones. Ese es el nivel de prioridades de este gobierno, que destina USD 2.4 millones para el circo sobre hielo, pero no ofrece medicinas en los hospitales, tiene a la infraestructura pública en total abandono y ni se diga del ambiente, que está abandonado a su suerte. La buena noticia es que la cooperación internacional compensa en algo la ausencia estatal. (O)