Sprezzatura a la americana / Dr. Luis Fernando Torres
En el encuentro entre Trump y Moreno en el despacho Oval de la Casa Blanca, los mandatarios tuvieron actitudes y maneras peculiares, que, a muchos, desconcertaron.
Saludaron con cordialidad, pero guardando las distancias. Hablaron con tono mesurado, sin alejarse de los libretos. Lucieron a sus primeras damas. Trump trató a Moreno como Jefe de Estado de una potencia. Le mostró más consideraciones que a los mismos jefes de Estado de Alemania y Francia.
En el siglo XVII, el italiano Castiglione acuñó la palabra “sprezzatura” para explicar el comportamiento de los cortesanos con su artificial despreocupación por algo que les interesa. Se podría decir que se trata del arte de parecer distante de los objetos que atraen a quien aparece lejano y desinteresado. En otras palabras, sería una forma elegante y estudiada de engañar, al parecer desinteresado aunque se esté muy interesado en algo.
Trump quería el apoyo de Moreno para su cruzada en contra de Maduro. Moreno, por su parte, quería mejorar la imagen internacional de su gobierno para conseguir créditos e inversiones.
Ninguno de los dos demostró, inicialmente, su objetivo. Lo ocultó detrás de gestos corteses y palabras bien cuidadas.
Al final, tanto el uno como el otro dejaron en claro los resultados exitosos del encuentro.
Ocurrió en Estados Unidos, con un Trump calmado, cortés, que alabó a Moreno y llenó de adjetivos al Ecuador. No se descompuso, no alardeó de su cargo. Estuvo diferente.
Moreno retorna al Ecuador con un Acuerdo Comercial en ciernes, apoyo institucional a la seguridad del país y créditos y desembolsos para obras y proyectos.
La sprezzatura a la americana dio resultados favorables a los dos gobernantes. Cada uno obtuvo lo que quería sin que se percibiera debidamente lo que realmente buscaban. (O)