De huevos, toros y empleo / Luis Fernando Torres
A una prestigiosa cadena de comida de la Capital le acorralaron quienes, en nombre de los animales, les habían descalificado por utilizar huevos de gallinas de gallinero en lugar de huevos de gallinas criadas en libertad.
Preocupados por la posibilidad de que baje el número de comensales y por mantener las fuentes de empleo, los administradores de la cadena de restaurantes se vieron obligados a pedir disculpas.
Gracias al contundente rechazo de la ciudadanía al grupo de protectores de gallinas, los restaurantes pudieron abrir sus puertas y tanto los trabajadores como los proveedores pudieron respirar tranquilos. Pudieron conservar sus empleos.
Con el cuento que la tauromaquia está desapareciendo, se han aglutinado los defensores de los toros para intentar liquidar las ferias taurinas en Ambato y otras ciudades del centro del país.
En Bogotá se reabrió la plaza con una feria de antología. En Perú y en México están en aumento las corridas. En Venezuela, ni Chávez ni Maduro se atrevieron con la tauromaquia. En España, salvo Barcelona, las ferias taurinas son parte del patrimonio cultural.
Más allá de los aspectos culturales de las corridas de toros, detrás de cada feria están miles de personas del campo y la ciudad con un empleo o una modesta fuente de ingresos.
Qué hay de ellos? Se les deja sin empleo y sin fuentes de ingreso porque el “chigaribismo populista chiquilicuatre” no quiere que el toro de lidia sea criado en medio de prados verdes, con trato de rey, y puesto a prueba en el único lugar en el que se mide la bravura y la casta, en el ruedo?
En Quito, dejaron sin empleo a miles de ecuatorianos cuando cerraron la plaza de toros. En Ambato, no lograrán crear más desempleo entre los campesinos y los humildes. (O)