Señor del Consuelo atrajo a cientos de creyentes
Dios entregó todo lo creado al ser humano para que lo administre, pero hay que preguntarse si cada persona ha sido responsable con lo que el Todopoderoso dejó. Cada vez el planeta se degrada, señaló monseñor Jorge Giovanny Pazmiño, obispo de la Diócesis de Ambato, durante la homilía en honor del Señor del Consuelo en Pinllo, antier.
La Teología enfoca al misterio de la creación, y por eso, en cada criatura (animales, plantas y más) se encuentra las huellas de su Creador. El Papa Francisco indica que la ecología pasa por el corazón humano y si no hay conversión, entonces se continuará destruyendo al mundo. Todos tenemos la responsabilidad de cuidar al ambiente y es pecado destruir la creación de Dios, sostuvo monseñor.
La devoción al Señor del Consuelo hizo que este año el coliseo de Pinllo resultara pequeño para la misa que congregó a cientos de feligreses que llegaron de muchos lugares para darle gracias a Dios.
Como parte de la celebración eucarística, monseñor bendijo las ofrendas que transportaron familias, hombres, mujeres y niños, dando cuenta de las uvas, claudias, capulí, peras, duraznos, variedad de pan y vino; como también, la belleza de las flores y granos.
Durante este acto religioso interpretaron varias melodías los integrantes del Coro de Pinllo. Al final el párroco Julio Cumbe agradeció la buena voluntad de las personas e instituciones que colaboraron con los adornos, alegoría y esfuerzos para hacer de la misa la más hermosa expresión de fe.
El sacerdote invitó a cantar la letra y música de la melodía que creó por inspiración, diciendo, “Señor del Consuelo, tú eres la verdad, eres el camino, eres el amor. Hoy nos postramos todos ante ti a pedirte por la vida y la salud. A nuestros hogares da paz y amor y a nuestro pueblo tu bendición. Danos fortaleza en la enfermedad aceptando con amor tu voluntad. Eres medicina para todo mal, consuelo y amparo en la aflicción”. Finalmente los asistentes fueron partícipes en la procesión junto a la sagrada imagen por el centro parroquial. (I)